
“Recibimos la noticia con mucha alegría -asegura telefónicamente desde Houston, Texas, en Estados Unidos, el lugar que ha sido su casa por los últimos doce años- . Hubo algunos de mis compañeros que brindaron, pero yo no tomo (bebidas alcohólicas). El premio es muy grande, un reconocimiento a nuestro trabajo. Eso significa que hay muchas personas beneficiándose de la inmunoterapia.“, asegura todavía emocionado y sin dejar de repetir que es su jefe, James Allison, quien en realidad obtuvo el galardón.
Watch the moment the 2018 Nobel Prize in Physiology or Medicine is announced.— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 1, 2018
Presented by Thomas Perlmann, Secretary-General of the Nobel Committee. pic.twitter.com/uSV5gp6A5P
Pero la realidad es que Vence es el coordinador de uno de los cuatro grupos que a su vez supervisa Allison. El venezolano tiene un equipo de 20 personas que trabajan día y noche para ganarle la batalla al cáncer y más de una vez lo han logrado. “Hay cuatro directores; yo me enfoco en el estudio de los tumores sólidos; hay un patólogo que estudia los exámenes patológicos; un especialista que estudia tumores líquidos y el último que trabaja en otros tipo de cáncer“, explica con la paciencia y la simpleza de quien realmente sabe sobre su materia.
El sistema inmune está entrenado para atacar lo que no es parte de él (por ejemplo, infecciones que vienen de fuera); el problema es que el cáncer sí es parte del cuerpo humano. El cáncer muta, son células que proliferan rápidamente y por diferentes razones se vuelven en contra de la persona que lo alberga”. La genialidad de la aproximación de Allison y su equipo es que la cura no la buscaron en el cáncer directamente, sino que ampliaron su mirada hacia el sistema inmunológico. Y ¡bingo!
La respuesta la encontraron en las moléculas bautizadas como CTLA-4 y PD-1. Ambas actúan como “frenos” que impiden que los linfocitos T -una especie de soldados defensores- combatan a las células cancerosas, porque las reconocen como propias. Pero, al eliminar esa barrera, los “soldados” tienen luz verde para atacar al enemigo. En este caso, los tumores.
#SepaQue El caraqueño Luis Miguel Vence es uno de los coordinadores de los cuatro grupos de trabajo supervisados por James Allison, ganador del Premio Nobel de Medicina 2018 https://t.co/6McnzVUChJ pic.twitter.com/wP3b2S5px7— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) October 3, 2018
Claro, que cuando el sistema ataca al mismo cuerpo se producen las enfermedades autoinmunes, como colitis, diabetes y artritis reumatoide. Pero para contrarrestar ese efecto se utilizan esteroides que contienen los efectos secundarios. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Laura Weffer Cifuentes - Efecto Cocuyo
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