martes, 28 de mayo de 2013

(Anzoátegui) En el sector Las Delicias de Puerto La Cruz denuncian años sin el servicio de agua

54 años en la parte alta de la calle Pinto Salinas, de Las Delicias, cumplió Zoraida Vivenes. Una vida en la cual no ha logrado darse una ducha de agua fría en el baño de su casa ni dejar a un lado la preocupación de que en cualquier momento podría desbordarse el pozo séptico que está en el patio.
Debido a la altura y el poco empeño de las autoridades municipales y los dirigentes vecinales, en esta parte de la comunidad no llega agua directa y ni siquiera existen tuberías que les den la esperanza de que algún día aparecerá.

En casa de Zoraida viven 22 personas, 15 adultos y siete niños, quienes hacen todo lo posible para que les alcance el agua que una vez por semana les descarga un camión cisterna en ocho pipotes.

“Cuando la alcaldía tiene las cisternas buenas nos trae por lo menos dos veces al mes pero si no, tenemos que pagar Bs 10 por cada pipote a los camiones privados”.

En esa familia el consumo de agua es mínimo por dos motivos: para alargar la dotación y para evitar que el tanque cisterna llegue a su capacidad máxima y se desborde.

Emily Navarro paga hasta 15 bolívares para que le llenen un contenedor de agua y su mamá por lo menos 1.600 bolívares al mes, pues todas las semanas gasta Bs 400 para que le llenen un tanque subterráneo de 10 mil litros que tiene en su casa.

Aunque la ausencia de agua es el principal problema de esta parte de Las Delicias, unas 20 familias que están montadas en el cerro, deben caminar por una calle de tierra, sin iluminación y privarse del uso de algunos electrodomésticos y equipos electrónicos luego de las 6 de la tarde porque comienza a bajar la intensidad de la electricidad.

Emily comentó que en marzo del año 2010 el alcalde Stalin Fuentes participó en una mesa de electricidad realizada en esa localidad. En esa oportunidad delegó al ingeniero Víctor Salgado para que inspeccionara el sistema eléctrico público e instalara tres postes que solicitaban los vecinos. Pero todavía los están esperando.

Otro “problemita” que ha ido en aumento es la inseguridad.

Son contados los vecinos que se han salvado de los rateros que con frecuencia ingresan a las viviendas para llevarse desde un contenedor de agua hasta herramientas.

Ante estos problemas, José Salas mantiene la esperanza de que el panorama pronto cambiará. Comentó que esperarán la memoria y cuenta del consejo comunal para analizar por qué otros sectores han avanzado y Pinto Salinas continúa igual.

FUENTE: Jenny Abreu - http://eltiempo.com.ve

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