A pesar de muchos esfuerzos por parte de las autoridades, el problema se les ha ido de las manos y se ha convertido en un karma en la que proliferan todo tipo de delincuentes, menesterosos, además de situaciones como desbordamiento de aguas servidas, apilamiento de basura descompuesta y obstrucción de vías urbanas, como el caso de la calle Venezuela, por donde los buhoneros y expendedores de comida ambulante no permiten la circulación de vehículos debido a que tomaron el centro de la vía para colocar sus "tarantines", carretillas, mesas y demás mostradores de productos.
Hace poco la Primera Dama del estado, Dinora de Istúriz, el Jefe del Regional 7 Endes Palencia Ortiz, el director general de la Alcaldía, comandantes de policías e integrantes de otros organismos se hicieron presentes en el lugar y sostuvieron reuniones con los expendedores y los directivos de la Asociación de Trabajadores del Mercado (Asotram), que existe desde 1992 como administradora del lugar en forma de condominio. Allí acordaron con las referidas autoridades una serie de medidas para encontrarles salida a la cuestión, pero ahora no se han visto resultados de lo acordado.
Punto de vista
Para Orángel Taberoa, presidente de Asotram, este es un condominio que vive de lo "poco que pagan los expendedores legales que existen en el mercado", porque se encuentran invadidos por una exagerada cantidad de buhoneros que no solo han obstaculizado el normal funcionamiento del expendio, sino que venden productos que escasean en el comercio local y alimentos con sobreprecio y se han convertido en un foco de violencia y otros problemas en el mercado.
Para él, la reunión con las autoridades ha sido positiva, porque la Guardia Nacional estuvo varios días y se pudo controlar un poco el problema, "pero ahora sigue igual, se activó un sistema de seguridad interno que está funcionando y ha logrado reducir en algo los conflictos del mercado, se hicieron reparaciones en un colector caído y ha bajado el problema de las aguas negras, se desmanteló una especie de 'garito' que se montaba después del cierre del mercado y actividades de prostitución, donde incluso se relacionaban menores de edad y que fueron denunciadas a su debido tiempo ante los organismos pertinentes.
Taberoa afirmó que "lo que no vamos a aceptar, es la propuesta que nos hizo el alcalde Magglio Ordóñez, de construir un mercado turístico en otro lugar, porque nosotros creemos que el mercado debe seguir en este sitio, solo hay que remodelarlo, reconstruirlo por partes y de ser posible convertirlo en un centro de abastecimiento turístico, como lo merece una ciudad como Puerto La Cruz, que es una referencia nacional.
Seguridad
Para Jesús Figuera, encargado de la seguridad en Asotram, si se ha avanzado en el problema. Se bajó el índice delictivo en el interior del mercado y sus alrededores con un grupo de vigilantes debidamente identificados con credenciales y chalecos especiales. Se están esperando una 12 más para ampliar la seguridad y se requiere que la policía y la Guardia Nacional apliquen sanciones a quienes están cometiendo otro tipo de violaciones en el lugar.
Pablo Rosas, contador de la organización del mercado, mostró cuentas en las que demuestra que hace falta el pago en forma puntual de los que tienen puestos de ventas en el mercado, "debido a que este centro no recibe aportes económicos de ninguna organización e institución oficial". Se mantienen con sus ingresos como condominio, porque la alcaldía solo los ayuda con la presencia de los agentes municipales y la recolección de desechos.
Testimonios
Tomás Rodríguez tiene más de 20 años expendiendo hortalizas en el mercado de Puerto La Cruz y aseguró que cada día la situación en este centro de trabajo se hace más difícil por la inseguridad y el mal estado de las instalaciones, sobre todo por el colapso de cloacas y las fallas en el tendido de electricidad, además de la proliferación de los expendedores ilegales que han "invadido el lugar".
María Cristina Polanco, usuaria del mercado, se quejó de los altos costos, asegurando que algunos vendedores tienen el kilo leche en 250 bolívares, el detergente en Bs. 80, el aceite comestible en Bs. 90, azúcar Bs. 30. Refirió que la especulación está campante ante los ojos de las autoridades y a pesar de que existe un Comisionado de la Alcaldía para supervisar los precios justos, al parecer las gravísimas irregularidads continúan.
Inicios
En 1992 fue fundado la Asociación deTrabajadores del Mercado (Asotram).
Descontrol
Más de 1500 comerciantes informales hacen vida en este expendio, la mayoría son especuladores.
Vigilancia
Solamente seis vigilantes se encargan de la seguridad del recinto comercial porteño, no son suficientes.
FUENTE: Edgar Guevara - http://nuevaprensa.web.ve |