El especialista explicó que “la falta de voluntad” se evidencia en las cifras que se manejan en la región, pues en Anzoátegui hay cuatro donantes voluntarios inscritos en el programa cuando el universo de personas que esperan por un trasplante es de aproximadamente 1.400 pacientes
“En el estado hay cerca de 800 personas a la espera de que les sea trasplantada una córnea, de las cuales 70% son mayores de 60 años de edad y alrededor de 600 pacientes requieren un riñón, el grupo etario que predomina, 60% son mayores de 55 años y el otro 40% corresponde a menores de 25 años”.
En el proyecto de Atenciones Especiales y Calidad de Vida se reciben los donantes, se canalizan a través de un instrumento que es la planilla de inscripción, pasan a una base de datos y se remiten a la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv). “Son ellos los encargados de procesar la información para que se materialicen los trasplantes”.
En la zona oriental como no se realizan este tipo de cirugías no manejan las listas de espera de posibles receptores de los órganos.
El estado no cuenta con una unidad especializada para atender a la población con este tipo de necesidades. “En 2010 se planteó habilitar un área en el hospital Luis Razetti de Barcelona para realizar trasplantes pero el proyecto no se ha concretado, razón por la cual aún no se ha realizado la primera intervención”.
Una unidad de ese tipo requiere la adecuación de los quirófanos, dotación de equipos e insumos, así como la preparación del personal médico y de enfermería.
“Aquí, la intención era iniciar con los trasplantes de córneas creando un banco de corneas pero tampoco se ha podido materializar, pues son lineamientos que debe llevar a cabo el Ministerio de la Salud”.
“La principal meta este año es que se asigne, por parte del Ministerio de Salud, un presupuesto adecuado al Sistema de Procura de Órganos y Tejidos, para que hayan más coordinadores hospitalarios y estos buenos resultados se mantengan o mejoren“, aseguró Pacheco.
Los coordinadores hospitalarios son aquellos que supervisan el proceso de trasplante. Debería haber como mínimo uno por millón de habitante y aquí solo hay 16.
Factores humanos
Para Félix González, especialista en salud pública, el trasplante de órgano sigue siendo una “lucha contra natura” porque no existe una cultura de donantes por voluntad o por naturaleza. “En esta acción influyen una serie de factores humanos que impiden que las personas se sensibilicen con el tema”.
Durante los 11 años que el doctor tiene trabajando en el área los esfuerzos no han parado. “Se han hecho campañas utilizando los medios de comunicación, visitando a las comunidades y los colegios, pero se camina hacia adelante y hacia atrás porque los resultados no son los esperados. Una sola voz no hace eco, por eso mantengo que la falta de voluntad es de todos”.
Comentó que la donación continúa siendo un tabú. “Muchas veces por las creencias y religión se cae en una situación de indecisión que termina convirtiéndose en negación para aportar un granito de arena para ayudar a esa población que enfrenta la difícil situación de necesitar un órgano o tejido. Son minoría las personas dispuestas a donar, por lo menos en el oriente del país”. El portal web www.modestolule.com: el catecismo de la Iglesia católica en su número 2301 dice: “El don gratuito de órganos después de la muerte es legítimo y puede ser meritorio”. En su número 2296 dice específicamente: “El trasplante de órganos es conforme a la ley moral si los daños y los riesgos físicos y psíquicos que padece el donante son proporcionados al bien que se busca para el destinatario. La donación de órganos después de la muerte es un acto noble y meritorio, que debe ser alentado como manifestación de solidaridad generosa. Esto nos fue ratificado por monseñor Diego Padrón, obispo de la ciudad de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), quien aclara que la iglesia católica no está en contra de los trasplantes de órganos.
Final feliz... a veces
Para Ramón Aristigueta, de 46 años de edad, la espera fue larga pero valió la pena. Hoy en día cuenta con un riñón que le fue trasplantado el 21 de junio de 2013, fecha que para él de ahora en adelante equivaldrá a un nuevo nacimiento.
Él sufría de poliquistosis renal (un padecimiento con desarrollo posterior de quistes en los riñones), enfermedad que, según su testimonio, es hereditaria. Su padre murió por esa causa hace 16 años. Él comenzó a padecerla en 2011 y desde entonces transcurrieron 2 años y ocho meses en la espera de un riñón, en los que cada día representaba un riesgo para su vida.
“Me inscribí en el Seguro Social Hospital Pérez Carreño de Caracas, para entrar en la lista de espera de pacientes que necesitan un trasplante”. Mientras llegaba ese momento nunca perdió las esperanzas. Seguía un tratamiento y se dializaba tres veces por semana.
“Desde que te inscribes pasas a engrosar una base de datos en la que ni siquiera sabes qué número ocupas, sólo te toca esperar. Cuando finalmente llega la persona que será el donante, se da inicio a otro proceso de exámenes para determinar si se puede realizar la operación, pues hay factores como las condiciones de salud que pueden retrasar la intervención”.
Aristigueta está agradecido por su “suerte”, pero tiene claro que como él existen miles de personas que aún siguen a la espera de una nueva oportunidad para vivir.
Rezagados
Venezuela está aún lejos de estándares latinoamericanos en materia de trasplantes de órganos, según las cifras que se manejan en la Organización Nacional de Trasplantes en Venezuela (Ontv). En 2012 reportó una “cifra récord” de 134 donantes efectivos, lo cual representa una tasa de 4,51 donantes por millón de habitantes y es que en 2011, la tasa en el país cerró en 3.81 apenas. Hace 12 años era 0,15.
3.202
es la cantidad de personas que esperan por un trasplante en Venezuela
1.327
personas están en la lista por un riñón.
1.500
personas esperan por un trasplante de córnea.
350
personas por médula ósea.
25
personas por hígado.
3.83
es la cantidad de donantes que hay en Venezuela por cada millón de habitantes; en 1999, la tasa era de 0,0 por millón. En Latinoamérica varía entre 7 y 10 donantes.
En Venezuela
El 25 de mayo de 2011 salió publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley sobre Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en Seres Humanos, que en su artículo 27 establece la donación presunta. Se señala que todos los venezolanos son posibles donantes voluntarios luego de su muerte, a menos que dejen en vida un escrito previamente notariado donde indiquen que no quieren serlo. Sin embargo siguen utilizado el proceso de inscripciones. En el caso de que una persona fallezca por causa natural o accidente, es candidata para trasplantes de órganos. Esto ya es una norma que aun así tiene su protocolo, y se exige tener el consentimiento de los familiares, porque el Estado no puede tomar la decisión.
Lo que debe saber
El director regional del proyecto de Atenciones Especiales y Calidad de Vida, doctor Félix González, refirió que si una persona fallece y es donante, tiene entre seis a 24 horas máximo para hacer la extracción de los órganos. Sin embargo, se pueden mantener algunos órganos como la córnea bajo un medio de preservación para que el tiempo sea mayor. “Venezuela carece de este tipo de tecnología”.
¿Quiénes no pueden donar?
Menores de edad que no tengan consentimiento válido de sus padres. Tampoco se permiten embarazadas, personas con discapacidad mental, o quienes tengan enfermedades terminales como el Sida y el cáncer.
No están capacitados
En Anzoátegui, debido a que no se cuenta con centros médicos donde se hagan trasplantes de órganos, los cuerpos de seguridad y rescate no están capacitados para la preservación de órganos de posibles donantes. No se ha implementado un código de comunicación para reportar a los hospitales en caso de un accidente donde pueda haber un posible donante.
FUENTE: María Gabriela Lara - http://eltiempo.com.ve |