Estas medidas, principalmente guiadas por ajustes macroeconómicos, solamente produjeron enormes ganancias a los grandes grupos económicos y sus familias, que para 1998 se apropiaban de más del 50% de los ingresos totales de la nación, pero que generaron para la población los más altos índices de inflación, desempleo y pobreza registrados.
Durante el foro "Cómo salir de la crisis", convocado por la organización Punto de Encuentro realizado en Caracas, el economista Pedro Palma, director de Ecoanalítica y profesor del IESA, planteó la necesidad de aplicar un Plan de Ajustes que corrija los desequilibrios y las distorsiones que según su punto de vista existen en la economía.
Dichos ajustes apuntan entre otros aspectos a una mayor racionalidad del gasto público, que en la práctica representa, —con el argumento de disminuir la inflación— una disminución en la inversión social por parte del gobierno nacional
También planteó la necesidad de una interacción de los precios de los servicios públicos y un ajuste en el precio de la gasolina, lo que sencillamente representa el incremento en las tarifas que se aplican en estas áreas bajo el supuesto de aumentar el incremento de ingresos para la nación.
Reiteró además la visión de este sector en torno a la autonomía al Banco Central de Venezuela, con lo cual se disminuye la capacidad de acción del gobierno en la economía en favor principalmente del sector financiero privado.
Para estas áreas plantea necesario sincerar las tasas de interés y desmontar progresivamente el control de cambio, lo cual representaría en la práctica aumentar la cantidad de dinero que paga una familia por la adquisición de una vivienda o un automóvil.
Igualmente plantea que deben estimularse las condiciones para elevar la inversión privada en el país, como medida para aumentar la producción y la oferta de bienes y servicios en el país.
Diversos analistas bolivarianos han respondido en distintas ocasiones a estas propuestas que han formulado de forma reiterada economistas y asesores de la derecha, camufladas bajo diversas denominaciones, y presentadas sin darle valor a su contenido, es decir, sin referirse a las consecuencias sociales políticas o económicas que de ellas se derivarían.
FUENTE: AVN |