La realidad de la revolución se debate en definiciones ideológicas profundas, que se expresan en cotidianidades permanentes. Todos los días evidenciamos acciones que apuntan hacia el establecimiento del tipo de economía política que proponemos para la sociedad venezolana y los países del mundo que ven en nosotros una esperanza. Cada quien tensa la cuerda según sus pre concepciones políticas.
En el caso de Industrias Diana y las empresas nacionalizadas, persiste el debate entre el capitalismo de Estado y el Control de los trabajadores. Entre la burocracia al frente de la dirección y administración de las empresas y la organización de los trabajadores para conducir el destino empresarial con responsabilidad hacia la nación.
Sobre este tema estratégico el PSUV debe definir posiciones, que permitan a sus militantes y dirigentes establecer una línea de acción concreta, a objeto de posicionar en el seno de la base trabajadora del partido: la coherencia necesaria para avanzar en el logro de los objetivos programáticos. El partido no está solo para acompañar al gobierno y ganar elecciones, sino que es instrumento del pueblo para avanzar en la revolución.
El PSUV plantea el “modelo de desarrollo endógeno autosustentable” fundamentado en “1.- Nuevas formas de poder basadas en la participación, en la construcción y en la toma de decisiones colectivas por parte de los trabajadores” en las bases programáticas plasmadas en el Libro Rojo del partido, esto es Control Obrero
Ahora bien, respecto a este tema el partido no se ha pronunciado en las coyunturas presentes y sus orientaciones, como vanguardia organizada, son necesarias para la base trabajadora.
Control Obrero es democracia participativa. Tiene la palabra el PSUV.
FUENTE: Cesar Trómpiz - http://www.correodelorinoco.gob.ve |