La encrucijada está a la vista y el seleccionador nacional César Farías la mira de frente. Está dispuesto a ir al ataque. No rehuye al compromiso, por el contrario, enfoca la ofensiva.
"Hoy siento el deseo de preparar todo y que llegue rápido la competencia. Quiero que luchemos y que lo hagamos como lo sabemos hacer, sumándole creatividad necesaria. Pero que llegue lo antes posible", comenta Farías imprimiéndole energía.
Igual tendrá que esperar hasta el 8 de septiembre cuando la selección nacional visite Santiago para enfrentar a Chile, en la primera de las tres finales que le restan a su calendario, que incluye a Perú y Paraguay.
Correr contra el tiempo que se agota aumenta la presión. Y las preguntas surge:
-¿Su ánimo es solo fuerza competitiva o también hay un poco de ansiedad?
-Es la fe en que sí podemos y que no somos débiles de la cabeza. Por eso queremos competir. La competencia es la que suelta todo lo que necesita un verdadero hombre de desafío.
-¿Confía en que todos sus jugadores son hombres de desafíos y estarán listos para las últimas batallas que definen el cupo a Brasil?
-Hemos desarrollado un espíritu de cuerpo que cree en lo que hace. Que cree uno en el otro, y cuando hemos tenido que pegar espalda con espalda lo hemos hecho.
Recta final
Tras la derrota de la vinotinto ante Uruguay (0-1) en Puerto Ordaz, el pasado 11 de junio, el seleccionador nacional se refugió en el análisis. Repasó el camino andado, las decisiones tomadas y volvió a mirar hacia adelante.
-¿A qué conclusión llegó?
-Hemos pasado por distintos niveles cumpliendo de esa manera con una fase de crecimiento importante en la cual correspondimos a cada exigencia. El primer nivel fue de diagnóstico, el segundo de planificación, el tercero de operatividad y ejecución, el cuarto de consolidación, el quinto de integración y el sexto de optimización. Ahora nos viene la etapa de innovación en este tramo final.
-¿Cómo se innova en este momento del premundial con tres partidos vitales?
-Con creatividad. Soltando la capacidad de cada uno.
-¿Es una ruptura?
-El fútbol es dinámico, constante, evolutivo y cuando uno logra emparejarlo en los niveles de exigencia necesarios de la competencia necesita tener a partir de ahí mucha creatividad para avanzar.
-¿Para ir al Mundial?
-Es una obligación crecer y para crecer había que enfrentar y romper esquemas.
-En esta etapa definitiva ¿los fallos pesan más, atormentan?
-Los dogmas tradicionales no permiten ver con facilidad los cambios. Entenderlo hace ver que andas por la calle en contra vía a como vienen los demás. Por eso estoy convencido que lo único que hace cambiar son los resultados, pero para lograrlos debes cambiar y los cambios traen controversia. Estamos claros que la victoria no tiene sustituto.
-¿Es una evaluación de lo visto tras los partidos ante Bolivia y Uruguay?
-Desde que inició el proceso. El hacer un plan y un sistema diferente al tradicional nos trae una controversia con el pasado y nosotros no tuvimos miedo a romper con los paradigmas. Nosotros nos arriesgamos a eso porque es lo lógico para poder conquistar metas.
-Las próximas fechas van a ser de calculadora. Todo el mundo sacando cuentas en todos lados, aquí, y los rivales... ¿Cómo se toma eso?
-Precisamente no entrando en esa diatriba y dar lo mejor de nosotros, porque lo que tiene que suceder va a pasar y si hemos trabajado y hecho bien las cosas, llegará. Si no llega, tocará hacer una reflexión de país muy grande porque no es un problema de un ser humano, de un nombre, es de un proceso de país. Los actores cambian y siguen sus carreras, pero la vinotinto queda y debe preparar sus nuevos retos.
-¿A qué le teme?
-El peor enemigo es el discurso apocalíptico que tenemos enquistado en todos los aconteceres del país. Sin embargo, hay quienes tenemos fe en que todo es posible.
-¿Cómo es el discurso apocalíptico en la vinotinto? ¿Cómo lo identifica?
-Que estando igual en puntos (con Uruguay, 16) no podemos estar eliminados. Eso es si nos rendimos. Las derrotas duelen y hay exigencias, es natural, pero no nos puede derrotar la fatalidad. Hay que jugar con la fe necesaria y toda la determinación que sea posible. Hay puntos en disputa y los vamos a pelear como acostumbramos en las dificultades.
-Todo el mundo ve la pelea por el Mundial con Uruguay, que está quinto, pero ¿cree que pueda ser Chile el que caiga?
-Todo es posible. Somos cuatro peleando dos cupos. Lo que hoy parece puede ser al final muy distinto. Pero plantear cosas así es buscar argumentos innecesarios. La pelea es uno a uno. Sin olvidar que Perú juega con Uruguay y con nosotros.
| FUENTE: http://www.eluniversal.com |
