Una señora no podía parar de llorar y decía "Chávez, aquí estás con nosotros". A su lado, una joven le lanzaba una gorra a la urna pero se caía por la cantidad de objetos que ya le habían lanzado antes.
Era la primera vez que José Sanabria le llevaba flores a un hombre. Estaba parado debajo del puente de La Bandera. En su mano tenia un ramo y un pabellón tricolor. "Lo mínimo que puedo hacer por mi Comandante es traerle flores, porque Chávez es mi papá". Al ser consultado si esta aseveración no podía enfurecer a su verdadero padre, sentenció que no "porque para mi papá, Chávez es Dios".
La marea que acompañó a Chávez en su último trayecto se saltó el protocolo y, en vez de vestirse de negro, se vistió de rojo. Un señor de aproximadamente 79 años lloraba desconsolado. Alto, moreno, curtido por la vida, cuando pasó el féretro le dijo "Adiós jefe, siempre te querré".
Familias enteras se abrazaban tratando de consolarse. No perdieron a un presidente, perdieron a un líder y tal como dijo una joven "es más que un líder, es un ídolo. Es todo para mí".
El dolor de sus cercanos
La comitiva oficial iba unos metros adelante del féretro. Nicolás Maduro y Rafael Ramirez sobresalían entre la multitud. Los dos por su tamaño, el Vicepresidente por su chaqueta tricolor y el presidente de PDVSA porque estaba muy insolado. En el medio de ellos, lo acompañaba el presidente de Bolivia, Evo Morales. En manga de camisas, el aliado de Chávez trataba de sortear el afecto de la gente que se expresaba entre empujones y gritos.
Al frente de la comitiva iba el coronel Jesús Suárez Chourio, su jefe de escolta. Alguien le gritó a su paso: "Chourio, ¿eres leal?" y el levantó un puño y dijo "Siempre".
La ministra para la Juventud, Maripili Hernández, estaba totalmente compungida. Tenía el ceño fruncido y no paraba de llorar. Casi no podía caminar. Sin embargo, estuvo durante todo el recorrido que empezó a las 9:00 am y concluyó en la Academia Militar a las 5:15 pm.
Al lado de Nicolás Maduro iba la Contralora General de la República, Cilia Flores, también vestida de rojo y visiblemente emocionada. Tenia una rosa rosada en la mano. La retaguardia iba custodiada iba el ministro de Tierras, Juan Carlos Loyo y el Vicecanciller europeo Temir Porras. También estaba el Gobernador del estado Anzoátegui Aristóbulo Isturiz y su esposa. Por primera vez, el ex diputado iba serio.
Rafael Ramírez, que contaba con una vista privilegiada, comentó al aire "No he visto a casi nadie de Pdvsa". Pero en realidad era muy difícil distinguir a nadie entre la multitud.
Más de uno perdió a sus familiares y amigos en el camino, Cuando se acercaba el carro fúnebre, la gente se empujaba y seguridad apartaba a los seguidores del presidente bruscamente. Sin embargo, eso no generó violencia, comprensivo, los simpatizantes del mandatario decían "no empujen, que ellos están haciendo su trabajo".
Ya cuando estaban llegando al principio del paseo Los Próceres, uno de los caballos que acompañaron el desfile se descontroló y lanzó unas cajas hacia el público que corrió a resguardarse. Una señora decía "esto se parece igualito a Lady Di", dando el toque de "glamour" al momento.
Una pantalla colocadas a los lados del paseo facilitaba la visión para los que no podían estar en primera fila. En un momento apareció una de las hijas de Chávez y un hombre dijo "en 5 años va a ser la primera presidenta mujer de este país".
Al final de la jornada, una vez que el féretro llego a su destino la gente regresó a su casa mientras caminaban no paraban de llorar y de despedirse de quien fuera su padre político y revolucionario.
| FUENTE: Laura Weffer - http://www.ultimasnoticias.com.ve |



