miércoles, 6 de febrero de 2013

Desarrollarán en Venezuela reactivos para detección de enfermedades con nanopartículas de oro

Aunque la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV) tiene más de nueve años trabajando en proyectos relacionados con la nanotecnología, en la actualidad se realizan los últimos análisis químicos necesarios para avanzar en el desarrollo de reactivos de producción nacional que permitan detectar enfermedades a partir del estudio de nanopartículas de oro.
Para conseguir este objetivo la Escuela de Química de esta casa de estudios ejecuta, entre otros, un proyecto denominado Materiales Nanoestructurados con Aplicaciones en Biodiagnóstico, a partir del cual se podrán detectar el Vírus de Inmunodeficiencia Humana, causante del Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH-SIDA), entre otros.

"La idea es tratar de generar reactivos nacionales porque los reactivos de casas matriz extranjeros son muchas veces inaccesibles por el alto costo", enfatizó Julio Osuna doctor en Química y profesor de esta misma escuela.

Sobre este innovador proyecto sostuvo que por la sensibilidad del oro respecto a sus propiedades dependientes del tamaño de partículas se busca desarrollar estos reactivos en aplicaciones químicas para la detección de enfermedades.

"Estamos todavía en la parte química y en algún momento entraremos en la parte médica, que en principio la va a hacer un químico", destacó Osuna para referirse a la ejecución del trabajo científico que tras esta fase requerirá de la intervención médica que se estima pueda desarrollarse en la Instituto de Medicina de la Escuela José María Vargas de la UCV.

El experto en química pura dijo que la idea es detectar cosas muy prematuras y en muy poca cantidad, sobre todo a través de la emisión por fluorescencia, y a través de colores, para empezar a diseñar los tratamientos en forma temprana.

"En este caso estamos trabajando con nanopartículas de oro estabilizadas en ligamentos tiolatos por los cuales el oro tiene una preferencia bien definida. El tiolato -un compuesto- sirve perfectamente para estabilizar las nanopartículas, y estas nanopartículas, dependiendo de las propiedades, experimentales manifiestan distintas distribuciones de tamaños; y estas tienen un fenómeno que se llama resonancia plasmódica que es una banda que se observa en el espectro de la asociación nanovisible más o menos a 520.525.530 nanómetros", explicó el profesor universitario.

Nueva ciencia

De acuerdo con Carabay Urbina también doctora en química de la UCV y colaboradora de este proyecto, la nanotecnología es una aplicación de la nanociencia que se relaciona con los desarrollos tecnológicos basados en sistemas nanoscópicos.

En este caso el prefijo "nano" en tamaño, equivale a la millonésima parte de un milímetro, es decir, un nanómetro, que a esta escala se estaría hablando de los átomos y moléculas que componen los materiales y la posibilidad de manipular y transformar sus propiedades.

Respecto a esto, Urbina destaca que cada material tiene un comportamiento diferente, como es el caso del aluminio, el acero y los polímeros, de allí que por ejemplo no es lo mismo tener un aluminio en masa (en grande) que tenerlo ahora en tamaños nanométricos porque su comportamiento es diferente.

"Este es el primer paso del por qué vamos todos a la nonotecnología, porque se descubrió que los materiales cuando están en tamaños muy pequeños, nanométricos, tienen comportamientos diferentes de lo que llamamos la masa, y eso le da propiedades desde el punto de vista magnético, de catálisis, y químico en general que son diferentes", dijo Urbina.

En este sentido, refirió que los inicios de esta nueva ciencia, que incluso es denominada por este grupo de investigadores y científicos como la nueva revolución tecnológica, comenzó hace aproximadamente nueve años por un grupo de teóricos de la Facultad de Ciencias, al que luego se unieron investigadores de microscopía láser con microscopía electrónica.

Urbina sostiene que aunque este proyecto es financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV, en otras oportunidades han recibido apoyo del Ministerio para la Ciencia, Tecnología e Innovación para la ejecución de proyectos en materia de ciencia e innovación.

Sobre lo anterior, Urbina señaló que forma parte del grupo de innovadores e investigadores que reciben acreditación del Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación (Peii), que lleva a cabo el ente rector del Estado en el área de Ciencia, y que a la fecha ha permitido contribuir con más de 10.256 innovadores e investigadores de todo el país en sus categorías A, B y C.

Revolución tecnológica

Sobre esta nueva ciencia, Mary Bullón también química y desarrolladora de una tesis doctoral sobre nanopartículas bimetálicas por vía electroquímica y vía química, dijo que la nanotecnología es muy viable puesto que no necesita altas presiones y puede trabajar con temperatura ambiente para su ejecución.

Destaca que en el laboratorio que dirige trabajan básicamente con ciencias básica, y asegura que en otros países la técnica electroquímica está relacionada con las celdas de combustible que son fuentes de energía alternativas.

"La aplicación de las celdas combustibles a las nuevas fuentes de energía alternativa son muy provechosas porque como la transferencia de electrones en grande se puede obtener mayor energía partiendo de cosas sencillas y muy pequeñas en cantidad, evitando los problemas de contaminación ambiental", dijo.

Durante una entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) sostuvo que esta técnica también se relaciona con el comportamiento de las partículas en tamaños nanométricos.

Pequeño mundo que no escapa de Venezuela

Tratándose la nanociencia de una ciencia aplicada donde el diseño y la fabricación de materiales tienen una escala difícil de imaginar (un mil millonésimo de metro), y cuyo desarrollo es reciente, se puede decir que ha sido aplicado en el país en diferentes centros de desarrollo tecnológico.

Estas aplicaciones de la nanotecnología pueden observarse en medicina, agricultura, computación y demás áreas del conocimiento. Diversas industrias la utilizan para facilitar sus procesos y cada vez hay en el país más grupos de científicos desarrollando investigaciones en el campo de la nanociencia.

En Venezuela, entre las instituciones más productivas en el área destacan: el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) y las universidades Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar (USB) y de Los Andes (ULA).

De acuerdo con datos de la Red Venezolana de Nanotecnología (RedVnano), en el país existe la infraestructura física para ejecutar proyectos de investigación en nanotecnología en diversas áreas, como tratamiento de aguas, del medio ambiente, diseño de nuevos tratamientos médicos, así como de nuevos materiales para la electrónica, metalmecánica e industria, refinación de crudo, entre otros.

Este grupo de químicos de formación que también trabaja con investigadores de las ciencias puras como la física y la matemática, así como estudiantes de pregrado y postgrado de esta casa de estudios, aplican todo su conocimiento para el desarrollo de esta nanociencia que se estima pueda favorecer diversas áreas del país.

FUENTE: AVN

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