Alguna vez se ha preguntado ¿qué puedo hacer por mi ciudad para que sea mejor?
Quizás, como la enfermera Maritza Moreno, colabore no “echando basura en la calle”, o como Oscar Ramírez, participe activamente en su consejo comunal, porque “no todo es reponsabilidad del gobierno”.
Una vía que incluya la participación ciudadana en el desarrollo de una ciudad sería lo ideal, pero eso se ha dejado de lado. Y esa puede ser una de las causas del estancamiento y la involución de los lugares que habitamos.
Puerto La Cruz parecía llamada a ser una ciudad con todos los atributos para convertirse en un polo de atracción económica a través del turismo. Y así parecía que iba a ser.
“Yo vine en 1970. Esta ciudad era muy distinta, estaba en expansión. Uno se podía bañar en el Paseo Colón. Hoy, nada que ver. Mis hijos se fueron a otras ciudades. Cuando vienen de visita, dicen que el caos de Puerto La Cruz es insoportable (...) La gente es apática. Creo que se ha acostumbrado a que el aseo no pase, a las colas, a la falta de ornato y de iluminación, a la inseguridad. La gente viene al ‘puerto’, pero se la pasa en Lechería”, expresa el jubilado Noel Aguirre, residente de Chuparín.
Las palabras “poder popular”, aunque han sido salpicadas por la política, serían la clave para promover mejoras en la calidad de vida. Esa es la aspiración de los que habitan en esta ciudad. De allí los planteamientos que arrojan luces sobre lo que se requiere para vivir en un grato ambiente.
Más lugares de recreación
Acompañado por su madre, Carmen Méndez, el pequeño Pedro (8 años) habló de cómo quisiera ver su ciudad. Dice que cuando visita a sus primos en Caracas, va a los parques y sale a disfrutar a las plazas. “Aquí no hay muchos sitios y a mi mamá no le gusta que salga por allí, por los malandros. A veces vamos al parque Andrés Eloy (Blanco), es bonito. Ojalá existieran más como ese. Nosotros debemos jugar, eso dice mi maestra”.
El pequeño comentó que se cansa de hacer lo mismo siempre, como ir al centro comercial, al parque mecánico o pasear por el Paseo Colón. Su madre acota: “Cuando vamos a otras ciudades, como Puerto Ordaz o Valencia, donde viven sus primos, me dice que por qué no hay tal cosa en Puerto La Cruz. Sin duda, esta ciudad no es para niños. Son pocos los sitios que pueden ser de su interés y seguros. Deberían existir más parques al aire libre, no todo puede ser playa”.
Un mejor terminal
“Cuándo uno llega a una ciudad lo primero que ve es su terminal de pasajeros. Años pasan y años vienen y Puerto La Cruz sigue teniendo ese rancho. Creo que todos nos hemos resignado, hasta cierto punto, con tener esas instalaciones”. La contadora jubilada Mayra Lisboa viaja por lo menos una vez al mes a visitar a su hija en Valencia. “No me voy manejando porque tengo la vista muy mala. Prefiero calarme el mal estado del terminal, que esas vías que van de mal en peor”. ¿Cómo se imagina el terminal? Primero, dice que ya esa estructura, ubicada en el centro porteño, “no da para más”, y sugiere mudarla. Quisiera ver unas instalaciones limpias, pintadas, iluminadas y con rampas de acceso para discapacitados. “Vemos todo lo contrario: suciedad, falta de iluminación, de buenos baños, la sala de espera es horrible, cuando los aires están prendidos gotean agua. Más se respira el humo de los carros adentro que afuera”. No fue la única en quejarse, Luis Mora -estudiante de la UDO- habló de la inseguridad. “Da miedo venir de noche, todo es oscuso y hasta gris. Faltan policías”.
Aseo de calidad
La maestra Mayelis Marcano no quiere ver más imágenes como la que muestra la fotografía. Sueña con el Puerto La Cruz que encontró hace 20 años cuando llegó de Caracas. “Yo vine a estudiar en la Universidad de Oriente. Me casé con un portocruzano y nos vinimos a vivir aquí. La ciudad era más limpia de lo que es ahora, pero siempre ha tenido estos problemas de insalubridad”. Para sus nietos quisiera una ciudad más limpia, donde pudieran correr libremente por la calle, sin encontrarse hasta con toallas sanitarias tiradas por las aceras. A su juicio, 70% de la responsabilidad de la insalubridad reinante en Puerto La Cruz recae en la Alcaldía de Sotillo. “No tienen ni unidades. Cómo es posible que recojan las bolsas en camioncitos 350. Más es la basura que dejan regada que la que recogen”. Esta vecina apuesta por la repotenciación del parque automotor y la implementación del proyecto de una planta de transferencia para los cuatro municipios. La gente que está en contra de ese proyecto no se da cuenta de que los camiones tardan mucho en ir a Cerro de Piedra. Por eso los pocos que tenemos no duran”.
Un nuevo mercado
Durante la gestión del ex alcalde Nelson Moreno (2002) se inició la construcción del mercado municipal que sustituiría al actual, en lo que era el antiguo Parque Ferial. Una década más tarde, solo se observan unos cuantos pilares de cemento en un espacio ocupado por indigentes y perros callejeros. Mientras tanto, en el principal centro de expendio del municipio se multiplican los problemas. “Es un caos, no hay otra palabra. Da asco ir a comprar allá, pero la necesidad obliga. Las cloacas se desbordan, la basura se acumula. Antes cerraban el mercado solo por un día para limpiarlo y se veían esos camiones saliendo con desechos y cachivaches. Los negocios son de metal y ya están oxidados. ¿Será que el alcalde piensa que no merecemos comprar en un lugar mejor?”.
Esas fueron parte de las reflexiones de Elsa Quijada, quien reside en Valle Lindo. Ella trabajaba en un bingo ubicado en Puerto La Cruz y a diario pasaba al lado del “parapeto” cercano al estadio “Chico Carrasquel”. Su comadre Manuela Alvarado indicó que la llamarán “mal pobre”, pero prefiere gastar más dinero e ir al supermercado y a las ferias de hortalizas y frutas, que al mercado a comprar entre la suciedad y el abandono. “Uno apoya esa situación yendo a comprar allá. Hay que hacerse respetar. Es injusto hasta para los mismos trabajadores. Además, venden carísimo y no hay ni las condiciones para ir”. La señora Luisa de Manrique cuenta que una vez se cayó al pisar una concha de piña que estaba en un agua emposada, aunque llevaba botas puestas. “Me caí y de allí más nunca fui. Que vean el mercado de Mérida, un ejemplo. Sueño con un lugar grande, limpio y con estacionamiento”.
Vías de desahogo
Al menos tres entrevistados hablaron de la necesidad de contar con mejor vialidad. Su sueño, aunque saben que la posibilidad de que se cumpla es “remota”, por la falta de espacio, es que se construyan nuevas vías. “Una vez le escuché a mi papá que había un proyecto para hacer una autopista desde la entrada de la zona rural hasta Cumaná, iba a ir detrás del hospital. Pero ahora hay muchos barrios por allí”, comentó el estudiante de Ingeniería Civil, Miguel Barrios. Otros se conforman con asfaltado y reparación de aceras y brocales. “Ahorita andan con lo de la Fiesta del Asfalto, no parece mala idea. Pero nada hacen con asfaltar cuando hay botes de agua cerca. Me gustaría que Puerto La Cruz no tuviera huecos. ¿Un sueño no?” reflexionó el taxista y contador Eugenio Núñez.
La idea de un metro que una a Puerto La Cruz, Barcelona, Lechería y Guanta también fue expuesta por los porteños, retomando la promesa que hiciera Hugo Chávez en las últimas dos campañas presidenciales. “Creo que a futuro sería posible que se hiciera un plan como ese. Las autoridades deberían ver la posibilidad de agrandar las vías. También pueden aplicar el Pico y Placa, como hacen en un municipio de Caracas a ver si así baja el tráfico”, apuntó la cajera Iris Gil.
Seguridad creíble
Para el abogado José Chourios su idea para Puerto La Cruz y para todo el estado es la misma, tener más y mejores policías”. Para él, e insiste en que para todos, sin importar la ciudad donde se viva, la inseguridad es el problema a vencer y la principal preocupación de los ciudadanos. “Una solución es profundizar en la formación de agentes para la prevención del delito. El déficit de agentes es increíble, son pocos y no están preparados como debe ser”. Chourios mencionó que la falta de iluminación agranda la sensación de falta de protección. “La mayoría de las vías, para no decir todas, tienen fallas de alumbrado. Allí está la vía Alterna, parece una boca de lobo después de las 7:00 pm. Aunque, independientemente de si hay luz o no, cuando el hampa quiere atacar lo hace”. De la misma opinión es el comerciante Nicanor González. “Mientras no tengamos policías graduados en esas áreas, no vamos a mejorar. Hablan de la Policía Nacional, pero no le veo sustancia”.
La taxista Magalis Caraballo plantea una distribución de los agentes, “deben patrullar y no instalarse en puntos de control que son inoperativos”. Su Puerto La Cruz ideal sería de amplias vías, con vigilancia constante, corredores viales que se respeten, servicio de ambulancia y de grúas municipal. “Que uno se accidente de noche y no tenga miedo de quedarse arreglando el carro. El otro día me quedé por las adyacencias de Molorca y me dije: antes de que me maten dejo el carro e iré a buscar al mecánico. Así lo hice. Cuando regresé, no sé cómo, conseguí el carro intacto. Tuve suerte”.
El obrero Jesús Báez se llevó el susto de su vida. Lo robaron tres sujetos para quitarle un celular, “lo cumbre es que no era un backberry o un iphone. Era un teléfono barato. Me pegaron un tiro porque no tenía nada de valor, sino Bs 200 que llevaba para comprarle pañales a mi hijo. Menos mal que el malandro tenía mala puntería y salió corriendo porque escuchó un ruido”.
En materia judicial, Chourios subrayó la necesidad de que se instale una fiscalía ambiental en la zona norte. La única que tiene la entidad está localizada en El Tigre. “Es vital para la conurbación. El coque nos está matando lentamente, sin contar la refinería y la emisión de gases. Se necesita vigilancia sobre estos temas”.
Protección a los animales
Los entrevistados mencionaron la necesidad de que las autoridades creen albergues para los perros y gatos callejeros. “Hace falta iniciativa oficial”, dijo Pastora Lárez, quien pidió cese la matanza de caninos. “A veces creo que lo ven como un deporte”. Otros como Roberto Mendoza, profesor de Física y Química, fueron más allá: “La protección de los animales no es solo de parte de las autoridades. Hay veces que veo a gente que le lanza los carros a los perritos. Hay otra que se dedica a matar ciertas mascotas. La educación es fundamental”. Ambos quisieran ver a un Puerto La Cruz con espacios para que los caninos caminen libremente, “como ocurre en otros países” apunta Lárez, quien señala que la alcaldía debería tener un plan de atención para los perros de la calle, que contemplara la esterilización . Eso, afirma, permitiría mantener la limpieza, pues muchos perritos rompen las bolsas de la basura y eso contamina más el ambiente.
Cultura para todos
Para Puerto La Cruz quieren un centro cultural, donde el teatro y el resto de las expresiones artísticas sean presentadas a las comunidades. Así lo visualiza la contadora Norma Rendón: “No todo es asfaltado de calles y servicios. Sin duda, la ciudad tiene muchas carencias, pero las autoridades deben entender que el deporte y el arte son los antídotos contra la delincuencia”. Esta ciudadana se confiesa una asidua de la sala de Puerto Teatro, pero “esas instalaciones ya no dan para más. Cómo es posible que traigan una obra al Club Sirio u a un hotel, y que la ciudad no tenga un espacio grande y adecuado para presentar esas propuestas”. La misma pregunta se la hacen Mauricio y su esposa Elena de Castro, quienes llegaron hace cinco años de Caracas. Se mudaron por el trabajo de él y buscando tranquilidad. “Hemos conseguido lo segundo. Las colas en la capital eran de lo peor, aquí, a pesar de todo, vivimos más tranquilos”. Pero extrañan la parte cultural. Las orquestas, grupos de danza y de teatro -indican los esposos- deberían contar con más apoyo, “A veces hacen cosas interesantes y la gente no se entera. Debería existir un complejo cultural”.
La necesidad de sentir lo nuestro
¿Cuál es el principal problema de Puerto La Cruz? La jubilada Alicia García hizo una parada en la salida del supermercado para decir: la falta de idiosincrasia. Según ella. los jóvenes no sienten esta ciudad como suya y hacen vida más en Lechería que aquí.”Allá rumbean, se divierten y van a la playa. A esta zona se le vio mucho futuro. Recuerdo que hablaron hasta de un muelle de cruceros, pero todo se quedó en promesas. Las autoridades deben darse cuenta de que no están aprovechando sus ventajas, sólo la presencia del mar les es importante. Ojalá dejara de ser solo un punto de paso para viajar a Margarita”. Esta maestra asegura que si los portocruzanos hicieran valer cada una de esas sílabas, cuidarían más los espacios y exigirían a la alcaldía que le pusiera el corazón para rescatarlas”.
Proteger nuestra historia
Ante la misma pregunta, el abogado jubilado José Gregorio Chacón, considera que hay ausencia de respeto por la historia. Dice que pocos muchachos saben del pasado de lo que llaman “puerto”, dónde nació y cómo se convirtió en lo que es hoy. “Siempre se le echa la culpa a las autoridades, pero yo me iría a la función de la familia y de la escuela. Los niños deben aprender a sentirse orgullosos de ser portocruzanos. En la medida en que se profundice su identificación con la ciudad, iremos para mejor. Nos tiene que doler. Pero eso lo sentimos los viejos”. Al igual que otros entrevistados, recuerda que cuando llegó a la zona -años 70- pensó que con el boom petrolero vendría bonanza para la ciudad, pero “eso no se cumplió”. Realmente no sabe en qué momento se le torció el rumbo a la urbe costera.
Datos
Código postal 6023
Gentilicio: portocruzano
Fundada el 17 de septiembre de 1934 (76 años)
Latitud: 10º 23’ 44” N
Longitud: 66º 05’ 12” O
Superficie: 1.939 km”
FUENTE: Moralis Lara Berenguel - http://eltiempo.com.ve
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