Viajar por el tramo El Tigre-Soledad, al sur del estado Anzoátegui, se ha convertido casi en un infortunio para los conductores que tienen la necesidad de atravesarlo varias veces por semana.
La mayoría coincide en que la parte más fuerte de esta “aventura” comienza en el peaje La Viuda, una suerte de “Triángulo de las Bermudas” donde sólo hay dos caminos posibles: tener un buen o un fatídico viaje. Sólo el destino lo sabrá.
Esta vía que comunica con el estado Bolívar es una guillotina. La capa asfáltica está muy desgastada y angosta, carece de rayado y señalización. Abundan los piratas de carretera y hasta los “espantos” o “sombras”, que algunos aseguran cruzan la vía, han hecho sentir temor a más de uno.
“Lo que queda es persignarse y encomendarse a Dios”, es la frase que suelen intercambiar quienes usan esta ruta.
Se cae a pedazos
No hay que ir muy lejos para observar cómo lo que una vez fue un peaje funcional, hoy parece una zona de guerra que hay que pasar a toda velocidad.
De los cuatro canales que estaban habilitados durante las 24 horas, apenas funcionan dos. El pavimento está minado de cráteres, pocas láminas quedan del techo machihembrado. Las cámaras de seguridad y el sistema eléctrico están dañados.
En la noche todo está a oscuras. Apenas hay un reflector que ilumina la estructura donde se albergan los contados efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, adscritos al Destacamento N° 74.
A pesar de las precarias condiciones, desde hace un año los choferes de gandolas y camiones pernoctan en las adyacencias del peaje, ya que a causa de la inseguridad, es un riesgo aparcar en la cercana estación de servicio La Viuda.
A cualquier hora del día atracan, secuestran y hasta cometen homicidios. Nadie está a salvo.
Jesús Martínez, quien desde hace seis años maneja un camión de la empresa Proagro, dijo que es una travesía peligrosa trasladarse de Valencia a Ciudad Bolívar porque las carreteras están muy deterioradas.
“A veces prefiero quedarme a descansar en Santa María de Ipire, estado Guárico, antes que lanzarme a una aventura con el trayecto El Tigre-Soledad. Siento temor y siempre estoy atento porque en cualquier momento puedo ser interceptado por algún grupo hamponil”.
Alonso Arcaya, quien maneja una gandola de Transporte Tradisurca, dijo que en los 10 años que tiene viajando le aterra pasar por la carretera hacia Soledad para llegar a Ciudad Bolívar.
“El tramo más peligroso es el sector Los Pinos y Morón, no sólo porque estoy expuesto a una fatalidad, porque el asfalto está tan deteriorado que es usual que los cauchos exploten, sino también porque en un descuido pueden quitarme la vida si me niego a entregar la mercancía. Aquí se ve de todo. No hay ambulancias, grúas ni áreas para estacionar en caso de emergencia. Menos un continuo patrullaje”.
Los camioneros Alexander Baldillo, de la distribuidora de pollos Fontana, y Ángel Pérez, de Renovadora Cauca, contaron que han perdido la cuenta de las veces que los han atracado y los han abandonado en la maleza. Coinciden en que los delincuentes “podrían ser policías o militares”, por la forma de actuar y el modo de expresarse.
“En una ocasión, uno de los vándalos me dijo que estaban buscando dinero y que atracaban allí porque estaban limpios. Me extrañó la actitud de otro, que me lanzó un pollo asado para que comiera mientras me saqueaban la carga”, comentó el gandolero Ángel Pérez.
Algo de historia
En 1997, el exgobernador Dennis Balza Ron, a través de un proceso licitatorio, para algunos “amañado”, entregó por un lapso de 20 años la concesión del peaje La Viuda a la Urbanizadora Cumaná C.A. (Urbanica), propiedad de Douglas Nassar. Esta compañía se encargaría de reparar, ampliar, conservar y aprovechar la vialidad, además de administrar los ingresos de la troncal 16.
Luego, en el año 2000, durante el mandato de David De Lima, se trató de rescindirle el contrato a Urbanica por la supuesta ilegalidad o falta de conformidad con la Ley de Concesiones. Cinco años después, el gobernador Tarek William Saab anunció que asumía el control de los peajes, entre ellos, La Viuda.
En 2010, a través de la Gaceta Oficial Nº 39.360, el Gobierno nacional decidió que el Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur) sería el administrador y operador de las estaciones de peajes ubicadas en todo el país. Establecía además el manejo de la recaudación y dejó en manos del Ministerio del Poder Popular para el Transporte Terrestre el mantenimiento.
De eso han pasado dos años, y poco se ha hecho para rehabilitar esa carretera.
Da para todo
Yelitza García reside y tiene su negocio de ventas de empanadas y arepas a unos 30 metros del peaje La Viuda. Tiene como empleadas a 19 mujeres, la mayoría son jefas de hogar y laboran en tres turnos las 24 horas. También ofrecen café negro y marroncitos a los choferes que pasan por el tramo carretero El Tigre-Soledad-Puerto Ordaz. Aseguró que no corren riesgos “porque cerca están los militares que prestan seguridad”. Indicó que la mayor ganancia es por las noches, porque desde hace un año, los gandoleros pernoctan allí, cerca del puesto de la GNB.
250 toneladas
de asfalto son vertidas en la troncal 16, que comprende desde el kilómetro 60 hasta Soledad. Entre El Tigre y Ciudad Bolívar hay 130 kilómetros de carretera. Carlos Vidal, alcalde del municipio Independencia (Soledad), señaló que desde hace tres años está asumiendo los trabajos de bacheo, a pesar de que son competencia del Ministerio del Transporte Terrestre las mejoras de la vialidad nacional. Dijo que ha tomado la iniciativa debido a que muchas personas que han fallecido en accidentes viales eran oriundas de esa localidad. En este sentido, informó que a mediados de abril pasado varias cuadrillas comenzaron a tapar los enormes huecos. Hasta ahora han colocado 150 toneladas de asfalto, pero aún faltan 100 y serán distribuidas en el área que queda por reparar y que es la más deteriorada. Todo dependerá de las condiciones climáticas que se presenten. La inversión es de 280 mil bolívares. El mandatario apuntó que tratan de hacer este tipo de faena al menos dos veces al año, aprovechando que cuentan con una planta de asfalto que está ubicada en las afueras de Soledad.
Directo a la quiebra
Comerciantes que tienen sus negocios en la vía El Tigre-Soledad aseguran que las pérdidas en ventas son millonarias. Evelin Pino, del restaurante La Viuda, dijo que no están abriendo por las noches porque los clientes tienen miedo de estacionarse para abastecerse de gasolina y tomar un café. Las ventas han bajado. Antes hacían Bs 5.000 diarios, ahora difícilmente llegan a Bs 700.
80 cráteres
El concejal opositor Heriberto Palma indicó que en marzo elaboraron un informe técnico y contabilizaron 80 huecos peligrosos en esta vía. Reconoce que la Alcaldía de Independencia está tapándolos, pero asegura que se están usando material de mala calidad y asfalto frío. A su juicio, no servirá porque cuando caigan tres aguaceros más, volverán a abrirse. Denunció que las autoridades no hacen nada para combatir la piratería de carretera y robo de autos. Puntualizó que la situación es crítica y están de manos atadas.
FUENTE: Sol Vargas García - http://eltiempo.com.ve
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