La población del Centro Penitenciario Yare III, ubicado en el estado Miranda, resultó ganadora del primer y segundo lugar en la V Edición del Festival La Jaula, de Argentina, cita que reconoce el trabajo audiovisual realizado tras las rejas.
El Festival La Jaula tiene como objetivo mostrar propuestas audiovisuales, tales como cortometrajes que versen en torno a la temática del encierro, la privación de libertad y los Derechos Humanos.
Los cortometrajes “Madre es siempre Madre” y “¿Qué pasará con ellos?”, fueron los trabajos realizados por los privados de libertad de Yare III, quienes contaron con la formación teórica y práctica de la Escuela de Comunicación Popular Penitenciaria (ECPP) que existe en dicho centro de reclusión.
Al respecto, la coordinadora de la ECPP, Amarilis Hidalgo, dijo que “la Escuela de Comunicación Popular de Población Penitenciaria es una propuesta que se desarrolló, en principio, con el Colectivo Junayá en conjunto con el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia, para darles formación a los compañeros que se encuentran privados de libertad en la herramienta audiovisual, además de darles formación sociopolítica”.
Dijo que la creación del Ministerio del Poder Popular para Asuntos Penitenciarios ha permitido el mayor alcance de este proyecto, que comenzó inicialmente en Yare III y que próximamente se expandirá a otros seis: Yare I, La Planta, Tocorón, Anexo femenino Tocorón, La Mínima de Tocuyito y el Anexo femenino.
“Para ir dando formación en profundidad, tomando en cuenta que la Escuela de Comunicación Popular tiene la intención de convertirse en una política de Estado”, manifestó Hidalgo, en el programa Dando y Dando, de Venezolana de Televisión.
Por su parte, Alberto Alvarado, también coordinador de la ECPP, refirió la importancia de entender como sociedad el rol fundamental que debe cumplir la población penal, mientras se prepara para reinsertarse en la sociedad, para lo cual también es primordial la comunicación popular.
“Cuando decimos popular, no hablamos de un carácter netamente político, sino de la capacidad que tenemos nosotros de asumirnos como sujetos transformadores, y para que el que esté privado de libertad se asuma como parte de ese proceso”, precisó.
FUENTE: AVN
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