
Los alimentos son uno de los principales indicadores del colapso del sistema económico venezolano, acrecentado tras la llegada al poder de Nicolás Maduro en 2013, un mandato que las elecciones del pasado domingo extienden hasta 2025. La investigadora senior para América Latina del Barcelona Center for International Affairs (CIDOB), Anna Ayuso, denuncia que hay una enorme dependencia del exterior para importar comida. "La situación es nefasta, porque no se tienen las divisas suficientes y la gente no puede comer", apunta.
Describir la situación de Venezuela a partir de datos objetivos se topa con un primer obstáculo. El país ha ido perdiendo transparencia en sus cifras públicas en los últimos años, acusa Miguel Santos, investigador especialista en el país sudamericano en el Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard. "Desde 2015 para acá, una cifra como la inflación está basada en estimaciones de terceros y fuentes independientes [del chavismo], incluyendo la Asamblea Nacional de Venezuela, porque el Banco Central no publica datos oficiales desde hace tres años de balanza de pagos, inflación o movimientos del PIB". La hiperinflacción lleva a la Administración a actualizar a menudo el salario mínimo, pero sigue siendo insuficiente para comprar los productos básicos. Tan solo este año, Maduro ha subido tres veces el salario mínimo. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)
FUENTE: Con información de JOSÉ MANUEL ABAD LIÑÁN - JAVIER GALÁN - DAVID ALAMEDA - https://elpais.com - (PULSE AQUÍ)
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