jueves, 28 de mayo de 2015

(Anzoátegui) Se robaron la comida de los niños especiales

Destrozos encontraron los educado­res y representantes de la escuela Bolivariana de Educación Especial Barcelona, ubicada en la avenida principal de Boyacá II, en la cocina de la institución, el pasado lunes en la mañana. Los amigos de lo ajeno los visitaron, por quinta vez consecutiva, el fin de semana.

Los delincuentes abrieron un hueco en la pared del comedor, y por allí sacaron los utensilios, bombonas de gas y alimen­tos que eran destinados al Programa de Alimentación Escolar (PAE).

30 niños quedaron sin el almuerzo. La escuela tuvo que reducir tres horas de su horario de clases de 7:30 am a 12:00 del día, para que los pequeños vayan a comer a sus casas.

“Me dio tristeza ver todo destrozado. Los malandros tienen un mes en esa roba­dera”, mencionó Yulitza Delgado, madre de un estudiante de sexto grado.

Señaló que es injusto que un colegio de niños sordos y donde la mayoría del personal tiene esa condición, no cuente con seguridad.

Precisó que hace 15 días los malhecho­res entraron de noche a la institución y se llevaron los ventiladores y filtros de agua. Del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda), que funcio­na en la escuela, se robaron las computa­doras el mes pasado.

A dos cuadras de la escuela Bolivariana Educación Especial Barcelona queda un comando policial. Los vecinos del sector manifestaron que las patrullas pasan “una vez al año”.

El Consejo Educativo del plantel con­vocó a los representantes a exigir por la seguridad de sus hijos. Hoy, los padres acu­dirán, en compañía de los niños, a la sede de la Gobernación del estado Anzoátegui para solicitar una audiencia con Aristóbulo Istúriz.

Robos en toda la cuadra

El vocero del Consejo Comunal Bo­yarecue, Rafael Padrón, indicó que la Fundación del Niño y el centro de Capaci­tación del Adulto Mayor Menca de Leoni, ubicados en la misma manzana, también han sido víctimas del hampa en los últimos meses.

Informó que desde hace cinco años quitaron la custodia a los colegios. Actual­mente, todos los organismos de seguridad dicen que no tienen personal para desti­narlo a resguardar las instituciones.

Los vecinos de Boyacá II comentaron que 10 años atrás podían amanecer en la entrada de sus casas, pero ahora los roban a cualquier hora. “Los arrebatones son el pan nuestro de cada día”, dijo la señora Luisa Gil

FUENTE: Vestalia Muñoz - http://eltiempo.com.ve

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