miércoles, 25 de febrero de 2015

(Anzoátegui) En zonas rojas, la gente vive entre la espada y la pared

Inseguridad. Ese es el denominador común de las barriadas populares del estado Anzoátegui. Para sobrevivir, unos residentes se valen de su sentido común y otros se encomiendan al Todopoderoso.
La mujer, quien es miembro de la iglesia Dios con Nosotros, no se mete con nadie para tratar de vivir en paz.

Admitió que por la comunidad patrullan los policías, pero “es como si no lo hicieran, pues atracan a la gente”.

Ramírez recordó que en diciembre pasado, los choferes de carros por puesto no querían transitar por la carrera 6, pues varios fueron asaltados por sujetos que montaban una especie de alcabala para quitarles sus pertenencias a los conductores y a los pasajeros.

Del riesgo que existe en El Viñedo está consciente el director de la Policía Municipal de Bolívar (Polibolívar), coronel (GNB) Rafael Rosas.

El jefe policial afirmó que en la capital también son peligros sectores como La Orquídea, El Esfuerzo, Puente Ayala, Super S y la urbanización Boyacá.

Al referirse a la zona rural, Rosas indicó que tras la caída del puente de Naricual, en el caserío Mayorquín realizaron trabajos de inteligencia para neutralizar a unos individuos que robaban a los transeúntes.

“Nos reunimos con los habitantes de El Pilar y Cerro de Piedra para mejorar la seguridad. En ocasiones, los vecinos se abstienen de denunciar a los delincuentes, pues algunos son parientes de voceros de los consejos comunales”.

El centro

Entre Anaco y Cantaura hay más de 100 zonas populares, incluidas nueve que presentan mayor índice delictivos.

En la ciudad gasífera, sectores como Villa Anzoátegui, El Progreso, Los Olivos, Alta- vista y Los Pinos ocupan los primeros puestos de zonas rojas.

Alberto Guzmán Ledezma, es comerciante y tiene cinco años residenciado en Villa Anzoátegui, donde ha sido víctima del hampa seis veces. Por eso, ha tenido que literalmente “encerrarse” en su casa.

“Puse cerco y portón eléctrico, instalé cámaras de seguridad y alarma. Lo que me falta es poner un vigilante las 24 horas”.

Guzmán denunció que a mediados del 2012 dos sujetos lo amenazaron con una pistola, y tuvo que entregarles su carro. No conformes, los hombres abofetearon a su esposa porque se puso nerviosa y lloró.

“No acudí a ningún ente de seguridad. Los policías tratan de hacer un esfuerzo, pero qué pueden hacer para corregir esta situación, si los malandros están más armados que ellos y andan en mejores carros”.

Una opinión similar tiene el zuliano Hugo Molero, quien aseveró que la presencia policial y el patrullaje se han reducido considerablemente los últimos días.

En el municipio Freites, sectores como El Granadillo, Las, Malvinas, Simón Bolívar, y El Bolsillo se disputan el primer lugar de las áreas con mas incidencia de robo.

Los vecinos aseguran que la violencia se desató con mayor fuerza en diciembre pasado. La “fiesta de balas” se iniciaba luego de caer el sol.

“De noche escuchábamos tiros, pero uno se resguarda por miedo. Los mirones siempre salen perdiendo”, expresó el ama de casa Flor Ramírez, una sexagenaria que habita en el sector Los Mangos.

“Yo estoy enferma y no puedo defenderme de los malandros. Tengo miedo de que quieran quitarme lo poquito que me dan mis hijos”.

Zona sur

El jefe de la Policía Socialista del municipio Simón Rodríguez (Polsosir), comisario José María Gámez Navarro, indicó que de acuerdo con las estadísticas que manejan desde 2014, las barriadas peligrosas son El Silencio, Los Sabanales y Pueblo Ajuro.

“Ante la difícil situación en el cuadrante N° 17 que compete a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), se tomaron acciones y trazaron estrategias”.

Subrayó que es allí donde operan las bandas organizadas (algunas dirigidas desde el Internado Judicial de Barcelona) que son responsables de un sinnúmero de crímenes producto de la extorsión, el dominio y pago de vacunas, ajuste de cuentas y venganza.

“La mayor cantidad de hurtos, microtráfico de narcóticos, robos a propiedades y personas se cometen en los sectores Urbanística 2000, 12 de Marzo, Nueva República, La Pradera, Paraíso I y II”.

Las acciones delictivas son ejecutadas por menores que acogidos a la figura del “infractor” se benefician con la Ley Orgánica del Niño, Niña y Adolescente, señaló.

Gámez dijo que con los cuadrantes el trabajo ha sido productivo junto a la inteligencia social y consejos comunales de El Tigre.

Para María Ramírez tal combinación no ha sido efectiva en el sector barcelonés El Viñedo, pues desde el año pasado a causa de la inseguridad “uno anda a riesgo de todo”.

Falta vigilancia
María Cristina Arreaza, quien habita en el barrio Simón Bolívar de El Tigre, dijo que el patrullaje no es constante. “Los policías sólo aparecen cuando ocurre un crimen”, El ama de casa Yolanda Araujo expresó que en el sector Virgen del Valle es “terrible” la sustracción de aires acondicionados y arrebato teléfonos celulares. Dijo que hay puesto de control de Polisosir, aunque no funciona.

FUENTE: Yraida Núñez / María Aguilera / Sol Vargas

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