“Yo sigo al doctor José Gregorio Hernández desde una edad muy, muy temprana porque soy su paisano”, rememora. “Siempre fue un personaje muy admirado; yo empecé a interesarme en él y todas las cosas que salían del doctor José Gregorio Hernández las leía. Desde hace muchos años empecé a interesarme en él y nunca he dejado esa afición”.
La curiosidad, el respeto y la fe en El Venerable se convirtieron en un libro, publicado este año por Últimas Noticias, FM Center y la Academia Internacional de Hagiografía en el que Pérez muestra a Hernández como un hombre cercano. El libro José Gregorio Hernández, el médico que cura desde el cielo fue editado a propósito de los 150 años del nacimiento -celebrados hace exactamente siete días- del Médico de los Pobres. Se vende en quioscos.
Hernández “era un médico experto en su ciencia médica y a la vez era un hombre religioso y de fe”, resume el autor. “Trataba el cuerpo y el alma; ese era el método de José Gregorio que por eso es que algunos colegas amigos decían que él era de un estilo antiguo, porque recetaba de acuerdo con su ciencia y daba el consejo y escuchaba; daba el consejo místico para el alma de ese paciente, para tratar así el alma y el cuerpo y por eso es que la gente se sentía muy bien”.
HOMBRE EJEMPLAR
Cuando era un adolescente en Pampán, Pérez siempre escuchó decir que Hernández era un hombre ejemplar. Pero, ¿qué podía ser ejemplar para un muchacho andino? El médico trujillano “era un médico totalmente experto, muy caritativo, honesto total, estudioso”, que en esa época “había hecho una hazaña, que era venirse de un pueblo tan aislado como Isnotú hasta Caracas”, describe.
En ese momento “viajar a Caracas era como una proeza, era como ir de aquí a la China en varios tramos” y además “sin saber nada de lo que iba a pasar”.
-¿En su casa le hablaban de José Gregorio?
-Cómo no; son devotos de José Gregorio, son totalmente devotos. Mi papá murió, pero mi mamá está viva todavía y es devota total, porque ella recibió milagros del doctor José Gregorio.
-¿Qué milagros recibió?
-Ella tenía una especie de escoliosis en la espalda que en aquel momento no se operaba, no se podía operar, y ella se curó. Ella cuenta eso como un milagro. Ella ahora tiene 90 años y eso ocurrió cuando tenía como unos 18 o 20 años.
-¿Pero ella lo atribuye a un milagro?
-A un milagro del doctor José Gregorio. En la casa hay una imagen grande y a José Gregorio se le prenden velas casi todos los días.
-¿Cuál es la primera imagen que tuvo usted de José Gregorio Hernández?
-La primera imagen que yo tuve es una estampita que ahorita no recuerdo quien la reprodujo, pero que la tuve siempre en mi cartera.
FAVORES Y AMISTAD
Pérez está seguro de haber recibido favores de El Venerable. “Vamos a llamarlos favores para no usar la palabra milagros; son unos cuantos favores, porque yo recurro a él en forma personal para muchas cosas; no solamente para la salud, sino también en forma personal. Yo siento la ayuda espiritual del doctor José Gregorio Hernández”.
-¿Cómo la siente?
-En el sentido de que esos favores se piden, se evidencian casi inmediatamente en forma definida, totalmente.
-¿Por ejemplo?
-Una vez iba a hacer un viaje y estaba casi anulado por cuestiones de pasajes y cosas de este tipo y me le pegué a José Gregorio. Mira, como en forma misteriosa salió una persona y me dijo “mire, señor, ya tiene su cupo”. Era un viaje afuera, al exterior; íbamos a Roma. Ocurrió hace muchos años ya.
-¿Todos los días le reza?
-Si, todos los días yo le rezo, una oración breve. Le digo: “José Gregorio, cuida de mi salud y la de los míos y la de toda Venezuela”. Eso lo digo con mucha frecuencia porque realmente hay que cultivar la amistad.
Entre trujillanos se entienden, y Pérez asegura que es amigo de José Gregorio Hernández. “Yo siento que es amigo; él me responde la amistad y yo también le respondo”. Incluso, el autor incluyó en el texto una oración para que quienes así lo deseen puedan dedicar unos minutos del día a comunicarse con El Venerable. “Mucha gente quizá no tiene claro que puede cultivar una amistad espiritual”.
-¿Cómo se cultiva una amistad espiritual con José Gregorio Hernández?
-Lo primero es conocer un poco del personaje, de su vida, de su obra para uno tener una referencia del personaje. Tener amistad es, concretamente, a través de la oración el cariño y el amor personal, porque la forma de comunicación altísima, espiritual que todo el mundo conoce es el amor. El ser humano al morir no muere y hay una forma de comunicarse con él; en este caso, con José Gregorio.
-¿Con la oración?
-La oración es fundamental; también, la amistad de cariño, de amor, de admiración de su obra, de su vida. Uno empieza a establecer una amistad que pudiera ser tan concreta como una amistad con una persona a quien se le consultan cosas, se le dicen cosas.
-¿Y cómo le contesta él?
-La respuesta espiritual se va sintiendo y se va evidenciando en ciertos hechos. La respuesta se siente y se puede comprobar a través de ciertos hechos. Por ejemplo, si uno le plantea determinada situación y ve que la situación ha tomado un giro favorable, esa es una respuesta.
HISTORIAS DE AMOR
El que más o el que menos tiene una historia con Hernández: que si lo vio, que si “operó” a la vecina, que si llegó al borde de la cama y dijo “estás curada”. Para Orlando Pérez todos los relatos son creíbles. “Yo respeto mucho a las personas; creo que, desde el punto de vista personal y espiritual, eso tiene un respeto y para mí tiene un valor”.
Como parte de su trabajo con la Iglesia, Pérez acude frecuentemente a la comunidad de La Garrapata, en el municipio El Hatillo. “Toda la comunidad es devota de José Gregorio; toda. ¿Por qué? Porque el doctor les ha hecho muchos milagros”, responde.
Incluso, uno de los presuntos milagros fue enviado a Roma: Es una señora que nació con los pies torcidos y a quien, supuestamente, la curó el Médico de los Pobres. “Toda la comunidad sabe que es el doctor José Gregorio Hernández quien hizo ese milagro”. La narración está en el Vaticano, puntualiza.
Desde hace más de 10 años Pérez forma parte del movimiento espiritual Los atletas de Cristo, el cual visita las comunidades más apartadas “donde no llega el servicio de la Iglesia”.
-¿Usted piensa que José Gregorio es santo?
-Sí. Pienso que José Gregorio Hernández es un santo de hecho.
-¿Por qué?
-Porque José Gregorio Hernández tenía fama de santo durante su vida. En el ejercicio de la medicina, en el ejercicio de su docencia y en su investigación tiene fama de santo. Fama de santo es simplemente que una persona moralmente muy respetable es honesta, trabajadora, estudiosa y religiosa, como José Gregorio. Hernández, con toda esa actividad que hizo aquí en la Tierra y con toda la actividad espiritual que ha tenido en la concesión de favores y milagros como intercesor, se ha ganado la gran devoción que le tiene el pueblo.
Esa devoción, asevera, comenzó el mismo día del entierro de El Venerable. “Fue muy espectacular para Caracas en ese momento”, ilustra, “porque todo el comercio cerró, las academias se hicieron presentes, el Gobierno se hizo presente, todo el pueblo se hizo presente en ese velorio que fue en la casa de su hermano, y de allí lo transportaron rápidamente en hombros” a la Universidad Central, para luego trasladarlo a la Catedral de Caracas.
Cuando lo iban a montar en la carroza fúnebre, refiere Pérez, el pueblo se impuso y no lo permitió. Finalmente fue llevado en hombros al camposanto, donde llegó a las 8:00 pm. “Desde ese mismo momento la gente amaneció en la tumba con flores, velas y ahí comenzó; ese es el origen de la devoción popular del doctor José Gregorio Hernández”, sentencia.
MILAGRO COLECTIVO
En el libro, Pérez hace un planteamiento novedoso: “Se está esperando un milagro que es una conformación divina para la beatificación. Pero el doctor José Gregorio Hernández ha hecho y continúa haciendo un milagro colectivo”.
-¿Por qué?
-Este es un enfoque relativamente nuevo, porque la Santa Iglesia normalmente se va a buscar milagros de salud, pero los milagros no tienen que ser exclusivamente de salud; claro, los de salud son los más sencillos de probar. Pero el doctor José Gregorio Hernández ha hecho un milagro colectivo. Desde que el doctor José Gregorio Hernández murió, comenzó la devoción popular, la admiración, la fe en él, la idea de que es un gran intercesor que consigue los milagros. Eso se ha mantenido a lo largo de los años, desde que él murió hasta el presente. ¿Qué es lo que se ha mantenido? La fe cristiana.
-¿Y le parece que es un milagro?
-Él ha hecho el milagro de la transmisión de la fe cristiana. ¿Por qué? Sin medios de comunicación, sin recursos económicos lo ha logrado. ¿Cómo lo ha hecho? Desde el cielo, haciendo milagros, haciendo favores que mantienen la fe cristiana. Eso para la Iglesia tiene un gran valor porque el objetivo de la evangelización de nuestra Iglesia católica es precisamente la transmisión de la fe cristiana, y él lo ha hecho y lo está haciendo. Tanto, que podemos constituir un tribunal y vamos a cualquier pueblecito de Venezuela y todo el mundo sabe quién es el doctor José Gregorio.
-¿Por qué cree que la Iglesia no asume eso como un milagro para la beatificación?
-Yo diría, si a mí me preguntaran eso, que los milagros relacionados con salud son más fáciles de comprobar, como causa-efecto. Es una situación A, una situación B y le pides a José Gregorio un milagro.
-¿Qué se necesitaría para que la Iglesia tomara eso que usted propone como milagro?
-Primero, una aceptación de parte de toda la instancia que está trabajando estos milagros de José Gregorio, para que considere que eso tiene méritos. Se puede comprobar con la constitución de un tribunal y se verifica que es un fenómeno religioso, espiritual a lo largo y ancho de todo un país, que eso tiene un gran peso. Si eso fuera aceptado y eso se llevara al Vaticano y la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos los considera, lo podrían analizar y podrían decidir la constitución del tribunal. Claro yo quiero que esto no se me malinterprete; es un enfoque que propongo.
TESTIMONIO DE DESCENDIENTES DIRECTOS DE EL VENERABLE
Hay muchos libros sobre José Gregorio Hernández, admite Orlando Valdemar Pérez Pérez. Pero el texto José Gregorio Hernández, el médico que cura desde el cielo nació para este momento -cuando se cumplen 150 años de su nacimiento- y con el propósito de que fuese masivo, popular, ilustrado y asequible. Así lo asumieron los promotores de la iniciativa: Últimas Noticias, la Academia Internacional de Hagiografía y el circuito FM Center.
El tiraje fue de 40 mil ejemplares. El costo por ejemplar es de 80 bolívares. “Es impensable un libro a ese precio”, admite el autor, quien comenta que trabajó durante dos años para concretarlo.
Para escribirlo, Pérez consultó testimonios “de descendientes directos del doctor José Gregorio Hernández; busqué documentos originales y busqué fotografías”.
En el proceso de elaboración “tuve que mantener un clima espiritual bastante elevado: oraba, rezaba, etcétera, y después de que hacía todo eso es que me ponía a escribir. Eso lo puedo decir aquí y en cualquier parte, porque así lo hice”.
-¿Con qué se va a encontrar la gente que lea el libro?
-Realmente la gente que lea este libro se va a conseguir con un José Gregorio humano, fundamentalmente humano. Todo basado, por supuesto, en el mayor acercamiento a la historia del personaje.
Lectoras y lectores hallarán datos menos conocidos de su vida, tales como el hecho de ocuparse en Caracas de sus hermanas y hermanos. “Los fue trayendo desde Isnotú y les dio residencia, comida, orientación, educación espiritual, moral”, enumera.
-¿Qué cosas se le quedaron en el tintero?
-Posiblemente pudiera pensarse en algo con más testimonios, porque el testimonio de las personas contagia a muchas otras personas, las anima.
También quisiera escribir sobre la influencia de El Venerable en la formación de las y los jóvenes. “José Gregorio tuvo como 28 años de docencia en los cuales formó a más de 500 estudiantes, de los cuales han salido grandes generaciones de maestros, de profesores y de doctores”, reivindica. Entre otros, Rafael Rangel.
UNA NOVENA PARA JOSÉ GREGORIO
Orlando Valdemar Pérez Pérez propone en su libro una novena para José Gregorio Hernández, “totalmente novedosa y concebida pensando en el ser humano moderno, que tiene poco tiempo por el trabajo, por los hijos, por las angustias, por el tráfico, por la familia”. Esa oración se realiza en no más de dos minutos.
| FUENTE: Vanessa Davies - http://www.correodelorinoco.gob.ve |



