Los clientes comentaron que el calzado exhibido en las vidrieras es el mismo que han visto en el transcurso del año y que el único cambio es el precio.
Emilia Gómez, quien quería adquirir un par para su hijo en el bulevar 5 de Julio de la capital de Anzoátegui, aseguró: “Hace dos meses vi unos zapatos en Bs 1.800 y hoy los mismos estaban en casi Bs 3 mil”.
Comentó que ha visitado múltiples comercios en busca de zapatos de marcas conocidas, pero ha sido imposible.
“Aquí lo que encuentras es imitación de Adidas, eso no es marca. Venden artículos de baja calidad, pero bien caros, no puede ser”.
Alí Chaba, propietario de una tienda en Barcelona, dijo que hace un mes le despacharon “algo” de mercancía y que aspira a recibir otro poco dentro de 15 días.
Acotó que el pedido llega incompleto y que los proveedores han manifestado que las fábricas están produciendo menos por falta de materia prima.
Los comerciantes manifestaron que este año los importadores vendieron muy pocos productos debido al déficit de divisas. Por tal motivo se han dedicado a ofrecer calzado nacional.
Las marcas Nyrt, Kikers, Basinger, Nello Rossi, María Pizola y Femini varían de precio entre Bs 900 y 2.850.
De las internacionales sólo Qilo, oscila entre 1.800 y 3.200 bolívares.
Horario
Aníbal Catalán, encargado de Multitiendas Altamira, ubicada en el bulevar, aseguró que la creciente inseguridad y el poco inventario disponible lo obligan a bajar la santamaría más temprano.
“Antes cerraba a las 8:30 pm, ahora lo hago dos horas antes, porque el bulevar está oscuro, no hay policías y a cada rato roban. Estas navidades no serán muy alegres”.
Con Catalán coincidió la encargada de una zapatería. “Antes tenía que comprar más parales porque había mucha mercancía, ahora las vitrinas las tengo peladas y lo que llega está por las nubes”.
El ama de casa Marielys Guzmán contó que su presupuesto se quedó corto para comprarle la ropa a su niño de ocho años. “No hay mucha variedad, pero los precios están elevados. Cualquier zapato no baja de Bs 1.500.
Mucha gente, pero...
Al recorrer el centro de Puerto La Cruz se puede notar movimiento de gente, pero no comprando ropa o calzado, sino “cazando” artículos escasos como pañales, papel higiénico o detergente, que algunos comercios ofrecen.
Carmen Guillén aprovechó su día libre del trabajo para darse una vuelta por la calle Sucre. Llevaba dos bolsas con cuatro prendas en las que gastó 2.500 bolívares.
"Lo que se consigue es lo que uno llamaba antes baratija, refiriéndose a la calidad, pero ahora es cara y sigue siendo pacotilla. Compré dos pares de zapaticos y me costaron 490 cada uno”.
Algunos comerciantes coinciden en que el problema está en que ya no pueden importar mercancía como antes.
“Estamos vendiendo lo que va llegando, por eso no hay variedad. En otra época las vitrinas estaban a tope de mercancía, ahora sobra maniquí”, comentó el encargado de un negocio ubicado en la avenida 5 de Julio.
FUENTE: El Tiempo - http://elsiglo.com.ve |