Amas de casa, obreros, estudiantes, campesinos y adultos mayores abarcaron de largo a largo todo ese sector, recorrido por Maduro, candidato socialista a las elecciones Presidenciales del próximo 14 de abril.
El frenesí por el proceso socialista y revolucionario se mantuvo fiel en esta entidad oriental como es costumbre en cada encuentro de la militancia roja, motivada por la defensa y consolidación de la Independencia Nacional expresada en el Plan de la Patria, escrito por el Comandante Eterno, inspirado en el pueblo venezolano y respaldado por la mayoría el 7 de octubre de 2012.
Ni el inclemente sol desgastó las ganas de esas miles de personas de acompañar a Nicolás, a quien llaman por su nombre de pila porque lo ven como un hijo de Chávez comprometido a ejecutar el testamento político del líder de la Revolución, en compañía del pueblo, que no ha dudado en mantenerse firme en la ruta al socialismo.
Y la mirada del líder bolivariano alumbra el camino. Los ojos del Comandante Chávez en las prendas de vestir pasaron a ser mucho más que coincidencias: son ahora los vigilantes que resguardan la marcha de los millones de venezolanos que gritan, a voz en cuello, "¡Chávez vive, la lucha sigue!".
A las 3:00 de la tarde, el caldero de voluntades ardía en el carmín de las camisas, pancartas y banderas. Frente a la tarima principal ya no cabía ni un respiro. A esa misma hora se transmitía la llegada del candidato Nicolás Maduro al aeropuerto de Cumaná (Sucre), en un pase del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información.
Maduro garantiza continuidad
Detrás de la tarima, una pequeña bodega era el oasis de cuatro metros cuadrados que calmaba la sed de los asistentes. Su dueño, aparte de vender bebidas a temperaturas muy por debajo de los 35º C del ambiente, también prestaba sus enchufes para cargar las baterías de los teléfonos celulares.
Allí, acompañado de su niña de siete años, estaba un joven que miraba con satisfacción la multitud.
-No es lo mismo verlo que contarlo. Miren lo que ha hecho el Comandante, la gente emocionada bajo ese sol, cantando- decía, mientras su hija tarareaba las canciones compuestas y dedicada al líder de la Revolución.
Continuaba, mientras los presentes escuchábamos con atención:
-A Chávez le debemos mucho, y entre esas cosas está el hecho de que los venezolanos fueran reconocidos en el mundo como valiosos seres humanos.
Ese joven trabaja en una empresa que le permite viajar por varios países del mundo, junto a otros compañeros de otras naciones.
-Ahora somos respetados. Mis compañeros de otras partes del mundo me dicen ¡Cómo nos hace falta un presidente como él!- cuenta.
-¿Y por Maduro sientes lo mismo que sientes Chávez?- interroga el vendedor del lugar.
-Confío en él porque mi Comandante confió en él. ¡Maduro es el hombre que garantiza la continuación de esta vaina!- dijo el fiel seguidor de la revolución.
Ese joven oriental relató también que debido a las venideras elecciones, ha tratado de retardar un viaje de trabajo.
-Primero traté de retardar unos exámenes. Ahora dejé pasar una cita para renovar el pasaporte. Estas elecciones son importantes y no podemos dejarla pasar sin participar.
Corazón del pueblo desata euforia
A las 6:00 de la tarde, la euforia frente la tarima se había fortalecido. Los asistentes seguían cada una de las letras de las canciones, especialmente "Chávez corazón del pueblo", interpretada por Los Cadilla's, Hanny Kauan y Omar Henrique.
Bailaban, gritaban, se abrazaban mientras escuchaban la tonada de esta canción, a la espera del candidato de la Revolución, y así siguió hasta las 8:00 de la noche. Pasada esa hora, todo parecía que apenas comenzaba. "Linda Barinas", una de las canciones llaneras preferidas de Chávez despertaba emociones en más de uno.
Nadie se cansa, nadie desmaya. El espíritu combativo al que enseñó el Comandante Supremo a su pueblo se mantenía vivo, tanto en la tarima principal, como en las otras 24 tarimas dispuestas en todo el recorrido.
Pero pasadas las 11:00 de la noche fue que llegó Maduro, el chofer de la Patria, como lo bautizaron algunos. Con gritos, aplausos y consignas lo recibieron a lo largo de la calle 2 y en las azoteas de casas y edificios en los alrededores.
El frenesí revolucionario y el compromiso de reivindicar el legado del Segundo Libertador, título concedido a Chávez por su pueblo, se activó en todo el discurso de candidato, que culminó pasada la medianoche entre cantos y un compromiso con el líder de la Revolución: "Chávez te lo juro, mi voto es pa' Maduro".
Anzoátegui se compromete a superar los 500.000 votos en los próximos comicios para aportar a la victoria de la Revolución, una vez más, y por nocaut. La cita es el próximo domingo, y el lugar de encuentro: los centros electorales.
| FUENTE: AVN |
