miércoles, 2 de enero de 2013

(Aragua) Casimiro Croquer: 72 años venerando al Santísimo Sacramento con los Diablos Danzantes de Turiamo

Con un pañuelo blanco en forma de cruz en la mano derecha, que simboliza la protección de los ángeles buenos, Casimiro Croquer, primer capataz de los Diablos Danzantes de Turiamo, dirige a los danzantes que cada año veneran al Santísimo Sacramento en 23 de Enero en Maracay.
Tiene 72 años bailando esta tradición afrodescendiente en la que se inició en la población de Turiamo, en las costas aragüeñas, por una promesa que hizo su madre al Santísimo Sacramento del Altar.

Desde 1957 esta costumbre se arraigó en el barrio 23 de Enero en Maracay, cuando los pobladores de Turiamo fueron desterrados de su tierra natal porque el gobierno de Marcos Pérez Jiménez ordenó la construcción de una Base Naval en el litoral aragüeño.

"Somos devotos y pagados al Santísimo Sacramento del Altar porque la devoción al santísimo es sagrada. Es lo más grande que hay en el universo entero. El día de Corpus Christi, que se celebra 40 días después del Domingo de Resurrección, hago mis oraciones y por todos mis hermanos danzantes a nivel nacional", comentó.

La oración del Santísimo Sacramento, la Santísima Trinidad y el gran poder de Dios son las primeras oraciones que Casimiro reza para encomendar a sus hermanos promeseros.

En la cofradía de Turiamo están 126 danzantes, que son paganos y promeseros de 23 de Enero y de la comunidad de El Recurso, en Maracay, donde se arraigaron algunas familias procedentes de Turiamo hace 56 años.

"Somos los mismos diablos de Turiamo. Unos están en el Recurso y otros en 23 de Enero", precisó Croquer, quien recuerda que al ser desterrados de su pueblo natal las familias se asentaron en esas comunidades.

Croquer tenía 27 años cuando llegó a Maracay. Recuerda que desalojaron el pueblo en tan sólo ocho días por instrucción de la dictadura de Pérez Jiménez. A sus 82 años de edad, aún sueña con volver a su cuna natal para pasar sus últimos años de vida.

FUENTE: AVN

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