Gilberto Santa Rosa no baila, pero hace que hasta los más apáticos manifiesten el ritmo con su cuerpo. Y ¡ah! cómo bailaban la madrugada de ayer en el estacionamiento de Plaza Mayor, en Lechería (Anzoátegui). Lo hicieron más de mil personas en un concierto exclusivo, que tuvo de testigo una Luna perfectamente llena y que fue producido por Corporación Vector.
Sonó el repertorio que lo ha acompañado por 20 años. Casi dos horas de salsa romántica, de un oportuno bolero y de una brava de timbales. “Déjate querer” y “Yo no te pido” fueron coreadas cuando él salía al escenario. Fue el momento de gritos, manos alzadas y las ya infaltables fotos de celulares.

“Nunca pensé que podría querer de esta manera. Venezuela ha sido importante en mi carrera”. Logró una ovación que silenció con un popurrí de éxitos. No abandonó su micrófono e incluso danzó con la jirafa (paral) en un vestigio de baile.
Gilberto se despidió con un “Caballo viejo” que los presentes corearon, bailaron y aplaudieron. Es que él es eso, “El caballero de la salsa”.
El abridor
Él y su tema. “Esta es una canción de un venezolano que está triunfando. Oscarcito me regaló esta pieza que es un éxito”. Víctor Manuelle fue el primero en generar euforia.
Piano, tambor y bajo. “Si tú me besas, no prometo devolverte tu boca. Bésame sin miedo, vuélvete loca...” Y las mujeres le hicieron caso. Furor y caderas sin riendas.
“Bésame despacio y no se te ocurra dejar libre ningún beso, ningún espacio. Con ese cuerpazo, dame el privilegio de viajar al espacio...” Y las parejas respondieron.
Abrazos y el encuentro de los labios. “Bésame espectacular. Bésame, hazlo ahora. Bésame sensacional, hasta que se vayan las horas...” Ya el sudor anunciaba que la noche era de baile y de romance.
Cerca del amanecer, Oscarcito apareció con una tropa de bailarines y cantantes. Su estatura le permite ser un saltimbanqui, de lentes oscuros, del espectáculo. Canta, baila y emociona entre luces, fuegos artificiales y el traje de El Principito, muy formal, que nada tiene que ver con la alegría de lo que interpreta.
Bien lo hace, con prestancia, y esa pieza que recuerda lo que muchos dicen de las mujeres: son perfectas. Y cumplió. Ayer en la madrugada aplicó eso que canta: “No hacen falta las cosquillas pa’ reírnos de la vida”, sino música y ganas de disfrutar de una velada con tres caballeros en un mismo concierto.
Un 2013 de espectáculos
El sábado Corporación Vector se estrenó en el mundo de la producción de espectáculos. Anunció que para 2013 hará tres conciertos. Uno de ellos será con Juan Gabriel.
FUENTE: Andrés Astudillo Morales - http://eltiempo.com.ve |