Esta iniciativa forma parte del proyecto Cumbre, que nació hace más de 20 años y desde entonces se dedica al estudio y análisis de los factores que llevan al ser humano a retarse a sí mismos para demostrar que sólo se necesita valor, esfuerzo y constancia a la hora de alcanzar un objetivo, así lo explicó uno de los representantes de dicho proyecto, Marcus Tobías.
"Es un gran logro cada vez que obtenemos resultados tan positivos con cada cosa que hacemos. Llevar esos 21 niños a una de las montañas más altas del mundo es algo inolvidable", expresó durante una entrevista este viernes la canal Venezolana de Televisión.
Para Tobías esa experiencia con los jóvenes entre 12 y 17 años, eleva el nivel espiritual y genera un intercambio cultural "en el que se fomentan la amistad, el trabajo en equipo al punto que no importa cuántos lleguen a la cima sino el hecho de poder alcanzarlo".
De los 21 que asistieron a este proyecto sólo 19 lograron visibilizar las montañas más heladas y altas del mundo, sin embargo "para ellos todos estuvieron en la cúspide y eso es lo más bonito de este trabajo, porque sabemos que de ahora en adelante sus vidas serán diferentes y sabrán que no hay nada imposible".
Comentó que esta iniciativa estuvo conformada por tres fases: en primer lugar seleccionar 14 venezolanos y nepalíes, luego la preparación de ambas delegaciones en los andes criollos y después la escalada del Himalaya.
"Trajimos a los chicos de Nepal a Venezuela para que compartieran con el resto, se hicieran amigos y practicaran juntos, con la intención de que cuando llegaran a las montañas estuvieran más unidos", expresó.
Tobías manifestó que antes, durante y después de la hazaña el equipo recibió mucha motivación y fortaleza en el plano sicológico y físico "porque esas área son muy importantes, uno aprende de cada uno y tenemos claro que mantenerlos motivados y estables sentimentalmente es fundamental".
Francheska Coello, una de las participantes en esta cita que concluyó el 16 de octubre cuando volvieron a tierra venezolana manifestó: "estar allí es lo máximo, lo más grande, en un momento llegué a pensar qué hago aquí, yo quiero estar con mi mamá, pero después me dije si he llegado hasta acá es por algo y continué".
Coello contó que a medida que escalaba habían personas motivándola "mis entrenadores me daban ánimos y gracias a eso pude llegar a lo más alto", agregó.
Luego de su experiencia en el Himalaya donde alcanzaron los picos Kala Pathar (5.545 msnm) y el Imja Tse o Island Peak (6.183 msnm) desde los cuales observó junto a sus compañeros el majestuoso Monte Everest de 8.850 metros de altura, la joven montañista quiere continuar con esta disciplina: "deseo seguir luego de esto quiero ir más lejos".
Por su parte, Alejandro Angeli, quien ya practicaba el montañismo desde hace cuatro años, consiguió elevar su registro durante esta expedición, ya que su récord era de 4 mil metros, y él fue uno de los que pudo ver la nieve desde lo más alto.
"Estar en la cima del Himalaya te hace pensar que puedes volar, es hermoso, impresionante y muy bonito ver esas montañas cubiertas de nieve, todo el paisaje, definitivamente algo inolvidable", manifestó.
Angeli aspira seguir escalando montañas, pero ahora con la diferencia de saber que nada le impide lograr lo que se proponga "porque cuando estás allá arriba y ves todo así como pequeño sientes que valió la pena el esfuerzo, los cambios de temperatura, y sientes que nada te podrá parar".
La cultura y la calidez de los nepaleses será algo que los jóvenes venezolanos provenientes de varios sectores de Caracas y Guarenas jamás olvidarán.
"La espiritualidad de ellos, la forma en cómo te tratan, esa manera de servirte es algo que nunca olvidaré", agregó Coello.
FUENTE: AVN
