En entrevista al canal Venezolana de Televisión, Falcón explicó que al principio le costó mucho pasar de entrenar como atleta olímpico a paralímpico, pues a los 21 años le diagnosticaron glaucoma y perdió la visión en el ojo izquierdo.
"Lo que más me costó fue el agarre al principio, lo bueno es que ya tenía la experiencia convencional y eso me ayudó a enfrentar esa situación".
Antes de colgarse el bronce en Londres, el judoca cumplió una preparación en Japón, "donde luchar con atletas convencionales, que era más complicado porque ellos son muy rápidos, nos ayudó a mantener el control cuando competimos en Londres".
El atleta agradeció al Ejecutivo nacional por el respaldo a los competidores con discapacidad porque "gracias a este nuevo Gobierno nos hemos dado a conocer y hemos conseguido esos triunfos que tanto alegran y enorgullecen al país".
El criollo destacó que la fe en Dios es su soporte diario y su fortaleza está "en Jesucristo que es quien me da la fuerza para vencer, la fuerza que necesita mi vida para superar no sólo la discapacidad visual sino todas las adversidades, por eso a Él es el primero que agradecí cuando gané esta medalla", resaltó.
El judoca envió un mensaje de optimismo y esperanza a todas aquellas personas que atraviesan una adversidad. "Uno es quien se coloca las limitaciones, y debemos ser del tamaño de las limitaciones que se nos presenten y, si se piensa en forma negativa pues todo va a salir mal, por eso hay que arriesgarse pensar positivamente y las cosas se darán porque todo se puede".
FUENTE: AVN
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