El señor Francisco Limardo sabe que el apoyo de los padres y familiares es clave para impulsar el éxito de los jóvenes venezolanos que hoy en día se preparan para aspirar a los campeonatos continentales y mundiales. El resultado más fehaciente de ello es la medalla de oro olímpica lograda por su hijo, el esgrimista Rubén Limardo.
Francisco Limardo, junto a su fallecida esposa, Noris Gascón, son figuras importantísimas en la vida del joven campeón venezolano, nativo de Ciudad Bolívar y residenciado en la Urbanización Los Próceres, en la parroquia Agua Salada.
Esta unión familiar es tan fuerte y su dedicación a la esgrima tan notable, que el entrenador de Rubén Limardo es su propio tío materno Ruperto Gascón, fundador de la Academia de Esgrima de Ciudad Bolívar junto a su fallecida hermana y quien dedicó todo el conocimiento adquirido en Ucrania y Polonia para entrenar en este centro a seis de sus sobrinos, incluyendo al nuevo campeón olímpico, así como a otros atletas.
Entre estos sobrinos también destaca Francisco Limardo, hermano de Rubén, otra joven promesa de este deporte que sigue los pasos de su ídolo familiar, quien este viernes cumplirá 27 años de edad.
“Mi hijo se preparó como debe hacerlo un atleta que aspira a una medalla de esta magnitud. El sabía que en Londres nada iba a ser fácil y que tenía que ganar sus cinco combates, por lo que se preparó muy bien, especialmente en lo técnico y psicológico”, acotó el padre del atleta guayanés.
Destacó especialmente el entrenamiento intenso aplicado en el trabajo de piernas, toques y paradas, que fueron claves para derrotar a cinco competidores de alto nivel.
Señaló que el apoyo familiar fue vital para este logro, especialmente el apoyo y guía psicológica que en vida le diera Noris Gascón a su hijo, a quien supo encaminar mentalmente para aprovechar al máximo su potencial y convertirlo en un ganador.
Este apoyo lo manifestaron también en los momentos duros que tuvo Rubén, como aquel en que se fracturó su mano derecha, a los 12 años, y tuvo que cambiar del florete a la espada usando la zurda.
Además, esta unidad familiar fue clave para Rubén Limardo cuando sufrió una lesión a principios de este año, la cual superó para alcanzar el puesto 16 en la Copa del Mundo de París en marzo, que le dio la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres.
“Invito a los padres a que apoyen a sus hijos a hacer deporte, que siempre estén con ellos, apoyándolos en las buenas y las malas, pues a veces hay muchachos y muchachas que están solos y que con un poco de amor pueden llegar muy lejos”, resaltó Francisco Limardo padre.
FUENTE: AVN
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