Rangel dijo, en una entrevista concedida a Unión Radio, que la marcha de ese día fue manipulada por la dirigencia que adversaba a Chávez. Aclaró que solamente “una pequeña porción de los marchistas llegó a las proximidades de Miraflores, porque la marcha se fue disolviendo a lo largo del camino cuando muchos se dieron cuenta que el propósito era derrocar al gobierno, que era un acto de terror y subversivo y además porque algunos dirigentes se retiraron”.
Rangel reconoció que se conjugaron varios factores como fallas de inteligencia y seguridad de información, así como la traición de los altos mandos militares. El episodio del 11 de abril permitió, a su juicio, conocer las traiciones y las lealtades en torno al presidente Chávez.
También aseguró que la misión militar norteamericana que estaba en Fuerte Tiuna tuvo participación “determinante” en el golpe de estado. “Estuvo presente desde tempranas horas de la mañana, se ubicó en la Comandancia del Ejército y actuó conjuntamente con el general Vásquez Velasco en el operativo que se montó en Fuerte Tiuna”.
Rangel enfatizó que el gobierno ha tenido intentos de diálogo con la oposición, y recordó las mesas establecidas con empresarios y políticos posteriores al 11-A “pero ellos patearon la mesa, porque ya estaban montando el golpe petrolero”.
Advirtió que el formato del 11 de abril de 2002 “está siendo reformulado y se plantea de nuevo con vista a las elecciones del 07 de octubre”.
FUENTE: http://www.ultimasnoticias.com.ve
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