Asdrúbal Oliveros explica que tras el recorte del crédito bancario por el alza del encaje y la reciente indexación de los préstamos comerciales, los bolívares que impulsan la cotización del dólar provienen del gasto público; por lo tanto, existen dos escenarios para el corto plazo: uno donde el tipo de cambio finaliza este año en un rango de entre 40.000 y 45.000 bolívares por dólar, y otro donde alcanza un rango de entre 90.000 y 96.000 bolívares por dólar.
“En el primer escenario, el Gobierno contiene la inyección de bolívares a la economía; y en el segundo, la dosis de gasto público es mayor. Este es el dilema que tiene que resolver la administración de Nicolás Maduro en las próximas semanas”, dice Asdrúbal Oliveros.
Entre los aspectos a considerar en este escenario, destaca que PDVSA aún no ha cancelado 60% de la deuda que tiene con sus proveedores y que la administración pública no ha ejecutado 56% de lo previsto para inversión, dos variables que podrían traducirse en una mayor inyección de gasto.
No obstante, el Gobierno podría disminuir el impacto de una mayor inyección de gasto si aumenta el encaje bancario, incrementa la venta de euros en efectivo y cancela a proveedores con oro y criptomonedas, dos modalidades que ha comenzado a utilizar: “La capacidad de adaptación no es solo del sector privado”, recuerda Asdrúbal Oliveros. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Víctor Salmerón - prodavinci.com
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