Zapaterías ¿con comida? Comerciantes de Anzoátegui se las ingenian para sobrevivir

Arroz, azúcar y harina de trigo son algunos de los productos con los que se encuentran los clientes cuando entran a una zapatería o a una mueblería en el El Tigre, al sur del estado Anzoátegui.
Ese dato formó parte del análisis que hizo el vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de esa ciudad, Frank Pérez, para ilustrar cuál fue la estrategia “milagrosa” de las zapaterías para subsistir durante el estrepitoso 2018.

Aunque no especificó cantidad, Pérez estimó que entre 50% y 60% de los establecimientos migró las ventas hacia el sector alimentos, se dedicó a los servicios de reparaciones, mantenimiento y ofertó a través de las redes sociales.

El dirigente gremial explicó que en la reorientación de los negocios, los propietarios se adaptaron a las necesidades de los consumidores quienes, obviamente, priorizaron la adquisición de comida antes que otros bienes y servicios.

Futuro incierto
El vocero señaló que si no se toman medidas correctivas en la economía, desconocen hasta qué punto podrán continuar en pie debido a la falta de inventarios y a la inestabilidad cambiaria, que arreció en los primeros días del año y mantiene a varias tiendas sin abrir tras la temporada decembrina.

Ricardo Montero, empleado administrativo de un comercio sirio, comentó que incluir la venta de alimentos en la zapatería ayudó a mejorar los ingresos. “Siempre se vende. Solo con calzados pasábamos hasta días sin expender unas sandalias“.

Las apreciaciones del directivo de Consecomercio por Anzoátegui, Carlos López, fueron más dramáticas al indicar que unos 800 comercios bajaron sus santamarías durante el año pasado en la jurisdicción tigrense.

Señaló que muchas de las empresas dejaron de recibir productos de los distribuidores, de los sectores ferretero y metalúrgico, por los altos costos de los fletes.

El director de Servicio Autónomo de Administración Tributaria (Samat) de El Tigre, Humberto Raydán, consideró como factible la estadística del gremio comercial porque el cambio de rubro es una tendencia recurrente en otras ciudades del oriente del país.

Sin embargo, dijo que resulta difícil sancionarlos u obligarlos a expender la mercancía tradicional porque los dueños de zapaterías o línea blanca ” jugaron a vivo” e incluyeron en los registros de comercio que también se dedican a la venta de víveres.

Sobre los cierres, dijo no tener a mano la cifra pero que sabe de 20 negocios que solicitaron la reactivación para este año tras el cierre de sus negocios.

FUENTE: Con información de Argel Fernandez - http://www.caraotadigital.net