
El Ministerio de Exteriores también gestiona con Uruguay una solución a la situación de Deyab, pero hasta el momento "no existe una decisión acerca de su deportación", añadió Conteris, activista de la organización estadounidense Testigos Contra la Tortura (WAT, por sus siglas en inglés).
Conteris, quien también forma parte de un grupo informal de uruguayos que han ofrecido su apoyo a Deyab desde su arribo a Uruguay en diciembre de 2014, se mostró preocupado por la salud del sirio de 45 años, al que las autoridades venezolanas mantienen incomunicado y sin acceso a defensa legal.
Sobre la posibilidad de que el hombre haya iniciado una huelga de hambre, como titularon algunos reportes de prensa, Conteris indicó que "quiero reiterar que eso no ha sido confirmado ni por mí, ni por su abogado Jon Eisenberg, con quien me he comunicado a diario en los últimos días".
Conteris explicó que durante los 12 años de prisión que pasó en Guantánamo, Deyab fue sometido a torturas y alimentación forzosa, "lo que le ha generado múltiples complicaciones en su organismo".
En un breve comentario enviado por mail a esta agencia, el abogado Eisenberg indicó asimismo el lunes que "seguimos preocupados de que pueda haber retomado la huelga de hambre, pero no podemos estar seguros porque no se le ha permitido a nadie visitarlo o comunicarse con él de alguna otra forma".
Eisenberg añadió que "no he hablado con Deyab desde el 5 de junio. Entiendo, sin embargo, que el Ministerio de Exteriores de Venezuela va a solicitar que se me permita telefonearlo".
En diciembre de 2014, Deyab llegó a Uruguay como refugiado, tras ser liberado sin cargos por EEUU.
FUENTE: Sputniknews - http://www.aporrea.org