lunes, 11 de julio de 2016

(Zulia) Matanza de burros despierta el trauma en La Guajira por encefalitis equina

Una de las zonas del estado más reconocida por sus historias de alegrías y lamentos, La Guajira, fue noticia en varias oportunidades, medios de la región encabezaron sus titulares en dos años distintos; 1963 y 1996 cuando la región sufrió el ingreso desde Colombia de la encefalitis equina, una de las epidemias más fuertes de la historia de Venezuela.

Isidro González un agricultor de 78 años, recibe bajo su frondosa enramada en el sector La Veritas, en la zona oeste de La Guajira, y con su sabias palabras comienza relatando lo que vivió a sus 25 años.

“Hoy no fuera yo quien le contara esto, porque estuve mal por esa enfermedad que atacó a los humanos y a los burros. Muchos niños murieron y los ancianos sufrían muchísimo”, relata Isidro, quien para la época era pastor de ovejos y fue el primero en contagiarse.

“Me desmayé y me daban como convulsiones y el dolor en el cuerpo y la cabeza era muy fuerte, mi madre me trataba con remedios caseros pero nada controlaba el malestar, con decirte que a los burros le daba como un dolor fuerte en la cabeza y caían”.

A su avanzada edad, González recuerda también que en La Guajira fueron pocos los que sobrevivieron a la segunda vez que la encefalitis atacó, en 1996, el equipo de salud y de gobierno de Lolita Aniyar de Castro atendió a las comunidades del municipio con insumos médicos y alimentos no perecederos, padres de familias yacían en la cama con el fuerte malestar que acechó desde el asno y contaminó al humano.

“Yo era dirigente vecinal en el 96 y nos tocó atender a la gente desde El Jobo hasta Guana. Por esos montes nos metíamos en los Jeep de la policía llevándoles lactovisoy, azúcar, enlatados y medicinas a la gente. En algunos lugares adonde no podíamos llegar, la gente hasta moría porque no lograban sobrevivir entre el hambre y el malestar”, agregó González, quien mostró su preocupación por los casos detectados en varios departamentos de Colombia, ya que en el municipio se ha propagado en los últimos meses la matanza de equinos para comercializar su piel, dejando expuesta su carne al aire libre, que luego es devorada por los zamuros.

“Nos preocupa porque la encefalitis viene de los burros y ahora los sacrifican sin control en todas las comunidades, y ahí se lo comen desde las moscas hasta los zamuros y las autoridades de epidemiología no han actuado al respecto”, finalizó Isidro.

La doctora Rosa Morillo, Coordinadora de programas sociales de la gobernación del Zulia en la Subregión Guajira, afirmó: “Me preocupa la situación de la alta mortandad de burros en la zona. El animal puede ser portador de la enfermedad, entonces esa epidemia ha causado muchas muertes en años anteriores y no queremos que vuelva una situación semejante”.

Para la médico lo alarmante del caso es que se descueran los burros por su piel pero aún no hay reportes sobre la comercialización de su carne. “Sería lamentable que también nos vendieran esa carne camuflada, por eso pedimos a los vecinos que denuncien estos hechos porque aún no hay culpables de estos sacrificios tras las rejas”, agregó Morillo.

Diariamente en las comunidades del municipio se reportan al menos tres sacrificios, según datos aportados por la Policía Municipal (PoliGuajira) quien lleva más de tres meses tras las pistas de una banda que se dedica al tráfico de cueros de burros hacia Colombia. Según el cuerpo policial no se ha podido detener a los culpables porque las mismas comunidades se niegan a colaborar con las autoridades y afirman que los burros han causado accidentes en la vía y justifican el delito.

El doctor Pedro Murel, coordinador de Salud Ambiental del estado Zulia, no cree que la matanza de burros guarde vínculos con la encefalitis equina. “Lo uno no tiene que ver con lo otro, porque la encefalitis se genera más que todo por las aves que se encuentran en los reservorios y más en esta época. Por eso para nosotros esta matanza de burros es beneficioso porque a la hora de vacunar era complicado porque se encontraban dispersos en la zona y lo digo porque he visitado La Guajira desde hace muchos años”.

“No me corresponde a mí determinar si es un riesgo para la población, pero pienso que no habría ningún daño si se llega a consumir la carne de burro, porque en otros países lo hacen y se expende al público en los mercados sin ningún riesgo. Todos los alimentos que se consuman sin las debidas normas de higiene el algún momento dado podrían causar algún tipo de daño”, indica.

María Gallardo, directora municipal de Poliguajira, añadió: “Nos preocupa como entes de seguridad y al mismo alcalde que las personas que sacrifiquen estos animales para vender su cuero también puedan llegar a vender su carne. Ahí afrontaríamos un tema muy fuerte en el área de salud pública, porque los reportes que tenemos de estas matanzas es que se realizan en cualquier lugar sin contar con ningún tipo de control sanitario y más en estos casos cuando estos animales sacrificados son burros robados a los agricultores y hasta a las mismas familias que los utilizan como transporte”.

En el municipio fronterizo la venta de carnes se realiza en locales que se encuentran en los principales mercados de la entidad y en la mayoría de los casos no cuentan con registros sanitarios para disponer de este tipo de productos al consumidor.

FUENTE:  Algimiro Montiel - http://www.elpitazo.com

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