
En su columna para el diario español El País, Izaguirre contó que el capitán de la embarcación, un estadounidense de 55 años, le propinó “un recital de insultos contra las personas a bordo”.
Aparentemente, los pasajeros (en su mayoría latinos), desconocían el protocolo a seguir para navegar, por lo que el capitán arremetió con fuertes palabras en contra de los presentes. “Malditos extranjeros, deberían regresar a sus países y dejar Estados Unidos. Son una tropa de maricones. Ojalá cambiemos de presidente y podamos limpiar América de escoria como ustedes”.
La compañía dueña de la embarcación hizo la denuncia y al capitán le fue prohibido el acceso a las instalaciones del lugar. “Lamentablemente el odio no es erradícale y estamos en un momento de involución y no de evolución. Uno tiene que seguir creyendo en que este tipo de personas no son mayoría”, sentenció Boris Izaguirre.
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