Tanto Maita como Rodríguez señalaron que sus hijos, nietos y sobrinos han recibido amenazas por parte de seis funcionarios de Polianaco, por lo cual, exigieron una audiencia con el alcalde, Marcos Ramos y el director de la policía gasífera, Carlos Brito.
“Hemos pedido esta audiencia varias veces, pero no nos han tomado en cuenta”, dijo Maita, quien añadió que “esta situación no puede continuar”.
“Recientemente a mi nieta la amenazaron con detenerla y no la dejaron ir a la universidad, por ninguna razón en particular”, aseveró Maita.
Entretanto, Rodríguez indicó que “a uno de mis sobrinos le quitaron la moto y le estaban pidiendo 80 mil bolívares para entregársela”.
Para finalizar, las dos féminas mencionaron que han colocado la denuncia ante la Fiscalía Octava del Ministerio Público, con la finalidad de que este organismo inicie las investigaciones pertinentes y logre determinar las responsabilidades a que haya lugar.
Las denunciantes consideraron que no es justo que quienes están llamados a resguarda el orden público, a proteger a la ciudadanía y los bienes de los ciudadanos, según declaración, se conviertan en fuente de hostigamiento y persecución contra personas honestar y que se ganan la vida con el trabajo del día a día.
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