jueves, 6 de agosto de 2015

(Anzoátegui) Vecinos de calle Honduras de Puerto La Cruz vivieron horas de tensión tras amenaza de explosión

Más de seis horas de ten­sión vivieron ayer vecinos y visitantes de la calle Honduras de Puerto La Cruz. Una mujer llamada Teresa Gómez ame­nazaba con explotar una bombo­na de gas desde la ventana de un local comercial, en el que habita con su familia.
Una medida ejecutiva de entre­ga material voluntaria fue dictami­nada hace dos meses por la Fiscalía Séptima del Ministerio Público del estado Anzoátegui, después de ocho años de juicio. Ayer, se cum­plió la fecha tope para que Gómez acatara la orden judicial.

Presuntamente, la ciudadana, al verse entre la espada y la pared, se negó a salir del lugar.

Durante toda la mañana, Gó­mez montaba y quitaba la bombo­na de gas de la ventana. “Vayan a defender el Esequibo”, gritaba.

Los vecinos de la calle Hondu­ras decían que la mujer se había rociado con gasoil y advertía que se convertiría en una “antorcha humana”.

VERSIONES

El abogado demandante, Car­los Ivimas, mencionó que durante el juicio conocieron que en el inmueble sólo estaba la viuda del antiguo arrendatario, Herminia Machado de Gómez. La doñita quedó encargada de pagar el alquiler después del fallecimiento de su esposo, ocurrido hace nueve años, aproximadamente.

En cambio, Teresa Gómez, detrás de las rejas del local, soste­nía que su padre era el dueño del sitio. En ese galpón, los buho­neros que antes estaban en las calles y actualmente laboran en el centro comercial La Gracia de Dios guardaron su mercancía durante 25 años.

Supuestamente, en esos espa­cios viven Gómez, su madre, dos hermanos y un bebé de seis meses; contrario a lo que manifestaron los habitantes de la cuadra, quienes alegaron que en el inmueble per­manecía la mujer y dos personas más. No han visto a la doñita desde hace año. Sin embargo, ayer se ob­servó a una señora mayor parada detrás de la ventana, pidiendo no ser desalojada.

En el sitio se encontraban efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Bomberos del municipio Sotillo, Protección Civil (PC), Defensoría del Pueblo, Visi­tador Social, una jueza y la Policía Municipal.

LO QUE SE ESCUCHABA

Los transeúntes que deseaban dirigirse de la calle Freites a la calle Maneiro de Puerto La Cruz o vice­versa, atravesando por la Honduras, debían devolverse, al encontrarse con una cinta roja que prohibía el paso.

Se preguntaban: “¿Qué pasa aquí?”, “Todavía está esa señora en eso y no termina de salir o prenderse en candela”. Esas eran algunas de las frases que decía la gente al ver la situación.

“Esa mujer no se apura en salir. Nos tienen aquí desde las 7:00 de la mañana, comiendo pan con mortadela. Ya es mediodía y quiero almorzar”, manifestó uno de los muchachos que cargaría las per­tenencias de las personas que allí habitan, para llevarlos al depósito judicial.

Una señora que iba al gimnasio se detuvo por un rato, cerca de Ofioriente, veía lo que pasaba y comentaba con otros: “Allí debería estar un representante del Ministe­rio de Poder Popular para la Mujer, ellos violan sus derechos, no la pue­den sacar”. Después dijo: “Seguro voy al gimnasio, hago mi rutina y todavía no la han sacado”.

FUENTE: Vestalia Muñoz/ J.L. Barreto - http://eltiempo.com.ve

LEA...