domingo, 26 de octubre de 2014

Padre Emiro Suárez: “Me siento bendecido por haber sido un instrumento de Dios en Isnotú”

Tras estar seis años frente a la parroquia José Gregorio Hernández, el padre Emiro Suárez admite que pese a no haber sido fácil, la experiencia fue muy enriquecedora. “Yo me siento bendecido por haber sido un instrumento de Dios en Isnotú. Aquí se logró algo maravilloso con las sociedades, con los grupos del apostolado, hay un equipo de trabajo muy hermoso que ha madurado muchísimo”, evaluó.

Entre las acciones más importantes, destaca el hecho de haber podido dedicar todos estos años a fortalecer a Isnotú como un centro internacional de espiritualidad y un lugar de encuentro permanente con Dios. Otro avance, “sin afán de vanidad”, aclara, fue resucitar la esperanza en la beatificación. “Hace seis años había un desgano, un descontento, una desesperanza en la gente”, rememoró.
DIVULGAR LA VIDA DE JGH

Dar a conocer la vida de José Gregorio Hernández, acentúa el sacerdote, es otro resultado valioso de su gestión. “Luego están las obras materiales que quedan que, para la gloria de Dios, son muy hermosas”, asintió. La principal, reflexiona, fue la restauración del santuario, para la cual el comandante Hugo Chávez aportó 48 millones de bolívares.

Las obras incluyen el reacondicionamiento de la iglesia, la casa parroquial, el museo y las adyacencias del santuario que sirve a la feligresía para orar y pagar promesas y que este domingo mostrará una cara renovada. En una segunda fase está prevista la inversión de 150 millones de bolívares para otros acomodos más profundos.

Dijo que con el apoyo del Gobierno Nacional, y su intermediación, también se logró conseguirles viviendas dignas a todas aquellas personas que vivían en condiciones deplorables. “Se trata de cosas materiales, pero también son importantes”, enfatizó. Su objetivo, de aquí en adelante, será el mismo de siempre: “Seguir dando lo mejor donde quiera que esté”.

Vecinas y vecinos de Isnotú reconocen que el padre Prudencio Baños inició en 1963 la cruzada por el reconocimiento de la labor del doctor Hernández, pero están conscientes de que fue el presbítero Emiro Suárez quien terminó de profundizar esa tarea, por ello rechazan la solicitud de retiro emanada por la arquidiócesis andina.

FUENTE: Héctor Escalante - http://www.correodelorinoco.gob.ve

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