jueves, 28 de agosto de 2014

Pedro Torres Ciliberto: No debemos convertir el comer sano en una manía u obsesión

El presidente de la Fundación Torres-Picón invita a identificarnos en materia de alimentación sana “con la posibilidad de comer prácticamente de todo, pero sin exagerar las cantidades o la frecuencia de algún comestible en particular”; a preferir “el sentido de equilibrio, el concepto de buena alimentación, la noción de alimentación balanceada”. Consideramos oportuno compartir esta nueva información sobre “ortorexia”, dado que los extremismos y obsesiones también pueden tener la capacidad de generar otros o similares problemas de salud, y esa no es la idea, agregó.


Se ha comenzado a hablar de “ortorexia”, un trastorno alimenticio que según el doctor estadounidense Steven Bratman consiste en una “obsesión patológica con alimentarse en forma saludable, que incluso podría llevar a una desnutrición severa y hasta la muerte.
Desde la Fundación Torres-Picón, que trabaja en prevención de la obesidad infantil, hemos venido insistiendo en la conveniencia obvia, basada en evidencia científica y en las opiniones o recomendaciones de investigadores y expertos, de que una alimentación compuesta por la ingesta de alimentos sanos en proporciones adecuadas, hidratarnos con agua potable y combinar dichos hábitos con ejercicio físico son claves en el control de esta enfermedad, así como en la prevención de otras relacionadas, que afectan con severidad -por ejemplo- el sistema cardiovascular.
Pero igualmente, consideramos oportuno compartir esta nueva información, dado que los extremismos y obsesiones también son capaces de generar otros problemas de salud.
Quienes padecen la ortorexia evitan a toda costa la comida que ellos estiman que contiene algún ingrediente que pueda hacer daño, como grasas, azúcar, sal, conservantes, colorantes artificiales, etcétera.
Según una nota publicada en el diario español El País, los más expuestos a padecer este trastorno “obsesivo-compulsivo” son personas que acostumbran estar demasiado preocupadas por los componentes de cada alimento y que creen fehacientemente que casi todos son una especie de “veneno” para nuestro organismo.
Según el doctor Bratman -quien fue el primero en acuñar el término ortorexia- “la desnutrición es común entre los seguidores de las dietas de comida saludable”.
Para Rubén Bravo, experto en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) de España, “a veces, entre el esfuerzo por comer sano y la obsesión por los alimentos (de este tipo) hay sólo un paso de distancia. Desde el punto de vista médico hablamos de una clase de trastorno obsesivo que lleva al extremo la idea de una alimentación sana. La persona que padece ortorexia desarrolla un control exhaustivo y cada vez más estricto de los compontes de los alimentos, procura ingerir solo comida orgánica, vegetal, no tratada con fertilizantes, sin conservantes, ni grasas saturadas”.
Según los especialistas, la ortorexia no es muy distinta a la anorexia o la bulimia, la diferencia es que mientras en las mencionadas en segundo y tercer lugar la persona se obsesiona con la cantidad de comida que ingiere, en la primera el paciente se preocupa exageradamente por la calidad de la misma.
Sobre la ortorexia, otro medio de comunicación social, el diario El Economista, ha publicado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 28% de la población occidental sufre este trastorno, afectando principalmente a mujeres y adolescentes. “Las alarmas se deben disparar cuando alguien dedica más de tres horas a organizar su menú, cuando busca cualquier excusa para no comer fuera, hasta el punto de minimizar sus relaciones sociales e, incluso, cuando cuenta cuántas veces mastica cada bocado”, indicó Rubén Bravo.
“Estos pacientes suelen presentar un déficit de grasa, hipotensión y problemas cardiovasculares. Desde el punto de vista psicológico, alternan estados de euforia con otros de ansiedad. Y experimentan una falsa autoestima, basada en un sentimiento de superioridad basado en la idea de que su modo de vida es mejor que el del resto”, añadió este experto.
Sin lugar a dudas se trata de algo muy revelador, que confirma que no es del todo positivo mudarse de un extremo a otro, señala Pedro Torres Ciliberto. “Por eso nos identificamos en materia de alimentación sana con la posibilidad de comer de todo, pero sin exagerar las cantidades o la frecuencia de algún comestible en particular. Preferimos el sentido de equilibrio, el concepto de buena alimentación, la noción de alimentación balanceada. Nos parece lo correcto” precisó el fundador y vocero de la Fundación Torres-Picón.
Los extremismos y obsesiones también pueden tener la capacidad de generar otros o similares problemas de salud, y esa no es la idea. Seguir una dieta o cumplir un régimen de alimentación sana con perseverancia y compromiso no es lo mismo que exagerar. No debemos convertir el comer sano en una manía.

Mas información en http://pedrotorresciliberto.com/

Pedro Torres Ciliberto, Fundación Torres-Picón, obesidad infantil

FUENTE: Nota de Prensa

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