Ante la mirada atónita de los asistentes e incluso el personal que labora en el Banco de Venezuela, agencia Girardot, tuvo que trasladar a su bisabuela, Irmis Corina de Faria Jauregui cédula de identidad 210.427 en camilla para renovar la tarjeta de débito, próxima a vencerse en septiembre.

El abogado explicó que en otras entidades con un poder notariado ha podido realizar cualquier operación. Sin embargo la gerente de esta agencia “mostró negativa desde el viernes que fuimos hablar con ella. Nos dijo que la única opción era llevar a mi abuela en camilla porque necesitaban la huella. Incluso pedimos poder realizar la actualización de la tarjeta por la agencia Palo Negro, que es cerca de donde reside actualmente y nos negó esa posibilidad”, apuntó.
“El fin de semana coordinamos el traslado en ambulancia desde Palo Negro hasta Maracay, para que mi bisabuela pudiera realizar el trámite y no tener problemas a la hora de cobrar su pensión el siguiente mes”, dijo.
Pese a que el trato cuando llegó con la señora Irmis fue distinto y los empleados incluyendo a la gerente de la agencia agilizaron los procesos, Casique hace un llamado a las autoridades competentes para que casos como el de su familiar sean tratados como merecen y no hagan movilizar a una persona mayor en esas condiciones.
“Entendemos que hay normas que cumplir, pero este es un caso especial y en otras entidades lo han considerado y han permitido que su apoderado realice lo necesario por mi bisabuela. Espero que nadie más tenga que pasar por esta situación”, concluyó.
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