“Yo dudo, dificulto, que una persona que esté pasando por el ciclo de transformación en el nuevo sistema penitenciario reincida”, aseveró.
En ese sentido, señaló que la atención que se les presta a los privados de libertad es integral, a través de un conjunto de profesionales que se encargan no sólo de su bienestar y transformación en las cárceles, sino también de imponer disciplina.
“Hoy quien esté en una cárcel con nuevo régimen tiene que levantarse a las cinco de la mañana y pasar por todo un ciclo de trabajo, de orden y de estudio desde que se levanta hasta que se acuesta”, explicó.
Destacó que con el nuevo régimen penitenciario “no hay espacio para el ocio. El que no quiera trabajar se queda encerradito en su celda y a nadie le gusta eso”.
Indicó también que se ha logrado la clasificación y segmentación de los presos entre penados y procesados. Reconoció que algunas cárceles venezolanas se encuentran en proceso de transición pero aseguró que cuando sean inaugurados los nuevos centros penitenciarios la problemática “sera un tema del pasado”.
Por otra parte, desestimó el denunciado liderazgo de los llamados “pranes” y argumentó que esas “figuras indeseables” pertenecen al modelo carcelario de la IV República. “Se llaman pranes es ahora pero yo recuerdo cuando ejercía libremente mi profesión de abogada en los 90 se llamaban ‘Cacique’ o ‘Papaupa’, pero era la misma figura”, relató.
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