Fotógrafos de varios medios de comunicación y transeúntes, al ver la unidad incendiada, salvaron a la esposa del señor, que aún estaba en la camioneta, y usaron un extintor para aplacar las llamas. Según el diario El Impulso, “la señora resultó con quemaduras de primer, segundo y tercer grado mientras su esposo expresaba que le habían quemado todo lo que tenía, pues con la camioneta laboraba”. La camioneta quedó destruida y su dueño se lamentaba de que con ella se ganaban la vida y no sabe ahora qué hará.
El caso recuerda mucho al de Jacinto Peña, conductor de una camioneta por puesto a quien se la destruyeron cerca de Maracay, estado Aragua, a comienzos de diciembre de 2002, por no acatar el paro petrolero-empresarial que prácticamente los mismos actores de la oposición venezolana intentaban imponer en aquel momento.
FUENTE: Luigino Bracci / Alba Ciudad - http://www.aporrea.org |