Además, “el pequeño tendrá un sueño intranquilo, mucho babeo, trastorno de difonía, ronquera y problema de trastorno auditivos, ya que, producen mucha otitis el hecho de que el niño no respire por la nariz”, mencionó.
Siempre se cura, es distinto la ronquera en un niño que en un adulto.
El joven debe de respirar por la nariz y no se debe de escuchar su respiración, fue la recomendación que dio Bastidas a los padres.
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