Los familiares denunciaron que estaban siendo extorsionados. Juan Bautista Durán (77) sufrió un ACV hace tres meses y murió el domingo a las 4 de la tarde en el Hospital Ana Pérez de León 2, Petare.
Su hermano Basilio Durán se enteró el lunes por una vecina de Turgua que le avisó, se trasladó al centro asistencial y le informaron que el cadáver estaba en la funeraria, ubicada detrás del hospital.
-Ningún familiar dio esa autorización. Aseguró Basilio.
En la funeraria le indicaron que el entierro costaba 5.500 bolívares, luego le dijeron que quedaba en 8.500 y después 10.000.
La encargada de la funeraria, Yanet Flores, les dijo que a medida que pasara el tiempo se incrementaba el precio.
-Quiero mis reales. Le dijo a Jesús Cardozo, sobrino del difunto.
Desesperados hicieron una colecta entre amigos y familiares pero solo pudieron reunir 2 mil bolívares que entregaron en la casa mortuoria. Tramitaron los documentos para el entierro y ante la imposibilidad de sacar el cuerpo para el cementerio, formularon la denuncia en el Cicpc, cuyos funcionarios se llevaron el cadáver para la morgue, donde quedó en calidad de depósito, mientras se solventa el problema.
En la Alcaldía de Sucre les proporcionaron un puesto en el cementerio, pero no tenían dinero para comprar la urna.
Tampoco contaban con el permiso de inhumación (enterramiento) pues la encargada de la funeraria se negaba a devolverles el documento que el señor Basilio Duarte había tramitado en el Registro Civil del municipio Sucre, en Los Ruices.
Una comisión del Cicpc realizó ayer una inspección en la funeraria e iniciaron la averiguación para determinar si algún morguero del hospital entregó el cuerpo a la funeraria. José Pineda, encargado de la funeraria, dijo que un ciudadano de nombre Johander González contrató los servicios y llevó una carta del consejo comunal. Ellos prepararon el cuerpo y lo colocaron en la capilla.
El costo del servicio fue de 14 mil bolívares, pues solo la capilla cuesta 5.500.
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