viernes, 31 de agosto de 2012

Base naval es punto de partida para retomar la vida tras incidente de Amuay

La Base Naval Juan Crisóstomo Falcón de Punto Fijo, estado Falcón, se convirtió en espacio para la atención física y emocional de familias que perdieron sus viviendas tras el incidente registrado en la refinería de Amuay el pasado sábado.
Reibeli Sangronis es una de las personas que se encuentran en el lugar mientras espera la asignación de una vivienda.

Siete meses atrás se quedó sin vivienda y debió mudarse a casa de unos tíos en el sector Alí Primera II. “Estaba viviendo ahí con mi hijo de 6 años, dormía en un sofá y mi hijo en una colchoneta en el suelo de la sala de esa casa. La noche de la explosión me tiré sobre él, nos abrazamos y nos tapamos con la colchoneta”, cuenta Reibeli.

“Desde entonces deambulé por ahí hasta que me trajeron a la Base Naval y aquí me han atendido de maravilla… no tengo palabras para agradecer este apoyo, me sentía sola, a la deriva…”, relató esta madre soltera, de 27 años de edad y estudiante del tercer semestre de Ingenería Química de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.

La casa que habitaba quedó sin techo, con las paredes agrietadas de arriba abajo y sin ningún tipo de servicios. Sólo ha visto sus tíos una vez desde entonces, le dijeron que se habían ido al pueblo de Villa Marina.

Ana Lugo, de 33 años, también está en la base naval. Ella vivía con 3 de sus 6 hijos en casa de una amiga desde hacía 8 meses, todos en una misma habitación.

Ana quedó sin trabajo tras sufrir un accidente laboral que le costó la rotura de tres tendones de su mano derecha y una incapacidad temporal.

La noche de la explosión quedó sin nada y la amiga que la recibió ahora, al igual que ella, está sin hogar.

Este miércoles en la madrugada Reibelis, Ana y su amiga, llegaron junto a otras 16 familias a la Base Naval Juan Crisóstomo Falcón. Son 16 mujeres, 10 hombres y 29 niños.

El martes pasado 37 familias que ocupaban ese recinto fueron reubicadas en sus nuevas viviendas en el complejo residencial Ciudad Federación, allí se unieron a otras 23 familias que también recibieron su casa, para completar 60 familias beneficiadas.

Plena atención

El Contralmirante Edglis Herrera Balza, Comandante de la Base Naval “Mcal. Juan Crisóstomo Falcón”, informó que inicialmente fueron recibidas un total de 145 personas, miembros de 37 familias de los sectores Alí Primera, Santa Rosalía y Antiguo Aeropuerto, ubicados en el municipio Los Taques y en la parroquia norte del municipio Carirubana.

El Contralmirante Herrera Balza dijo que todas las familias desde que llegan a la Base Naval reciben atención del equipo médico del Hospital Naval “TN. Pedro Manuel Chirinos”.

“Los ciudadanos son evaluados minuciosamente y se les suministran los tratamientos médicos necesario según el caso y sin ningún costo”, dijo el contralmirante.

Las familias refugiadas esperan ser reubicadas en breve en sus viviendas definitivas. Por lo pronto, el trabajo en la Base Naval está destinado a mitigar el impacto emocional y físico dejado tras la explosión.

Muchas de las mujeres han sido atendidas con estrés post traumático y afecciones respiratorias, mientras que algunos niños han presentado crisis de asma.

En el control se elaboró una ficha para registrar las patologías previas al siniestro y señalar las que fueron adquiridas durante el mismo.

También se suministraron las vacunas antipolio, antiamarílica y se procedió a la fumigación y abatización de la Base Naval, para evitar cualquier otro riesgo de enfermedad para los refugiados.

Los infantes tienen un programa permanente de recreación y deportes, llevado adelante por personal voluntario, Centro La Estancia, Alcaldía de Carirubana y la Misión Barrio Adentro Deportivo, entre otras.

La Red Mercal y PDVAL suministran los alimentos, mientras que los refugiados cuentan con un centro de llamadas gratuito instalado por Movilnet y la Compañía Anónima de Teléfonos de Venezuela (CANTV).

FUENTE: AVN

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