domingo, 10 de junio de 2012

Carlos Silva con todo bajo control

Casi siempre tuvo el control de sus envíos. Basta revisar el histórico de su relación entre ponches y boletos en las mayores, para corroborarlo. Ahora, también tiene el control, pero desde las oficinas, en otro deporte: el baloncesto. El título de Marinos da fe de eso.
Carlos Silva vivió esta campaña -su primera como dueño del elenco de Anzoátegui- como un fanático más, de esos a los que el amor por el equipo le atraviesa los huesos: se gozó los juegos, fue a las prácticas y no escatimó en gastos. Y al final recibió un balón autografiado por los jugadores, por sus muchachos, como les llama, porque entre atletas se entienden.

"Si te digo la verdad, cuando me metí en esto, no sabía lo que estaba haciendo", dijo entre risas el ex grandeliga.

"Es la inversión más grande que hecho en mi vida", relató sin revelar la cantidad que desembolsó para adquirir al club.

"En parte lo hice por Gustavo Mendiri, el presidente del equipo, porque es como mi hermano. Pasó por un momento difícil con Caribes de Anzoátegui y quería darle un chance de salir adelante. La idea de comprar a Marinos nació de él. Estoy contento con lo que ha pasado, con este campeonato, el mejor premio es la alegría de los aficionados", destacó el empresario.

Silva, quien colocó a su hermano Luis como vicepresidente, es el tercer hombre de beisbol que se embarcó en adquirir una franquicia de la LPB, al igual que hizo Bob Abreu con Panteras de Miranda y Luis Sojo con Guaros de Lara. Pero solo su equipo llegó a la postemporada y a la final.

"Todas las personas que invierten en Venezuela son triunfadores y por eso aprecio lo hecho por ellos, más allá de los resultados. Como atletas no podemos olvidar las necesidades de nuestra sociedad, debemos recordar de donde venimos. ¿Por qué no ayudar a tantos niños a través del deporte?", recalcó.

"Mi meta con Marinos es grande. No solo se trata del equipo, de lo deportivo, quiero enfocarme en las comunidades, hacer clínicas, formar escuelas, que todo vaya creciendo".

Dice que todavía no se cree lo de la corona. Una emoción inexplicable para él y vaya que ha vivido emociones en su carrera en el beisbol organizado, en Venezuela, en el Norte.

"Esto no se compara, ahora entiendo la pasión que tienen los aficionados, por eso respeto sus sentimientos. Creo que muchas personas tampoco le dan el valor suficiente a una Liga tan grande como esta. Claro, hay mucho por mejorar, pero con voluntad todo se puede ", admitió.

Silva festejó en la caravana del campeón por las avenidas y calles de Puerto La Cruz.

"Fue fantástico. Llegué a Marinos a buscar victorias, campeonatos, no a reducir gastos. Gracias a Dios tengo a jugadores con corazón, y a una gerencia que hizo todo fácil".

Sostuvo que siempre habrá espacio para fortalecer el plantel. En ese sentido, la décima corona de por vida, está en la mira. Pero mientras llega ese momento, se enfocará en retomar su rehabilitación en Estados Unidos, por su lesión en el hombro.

Cree que a sus 33 años el retiro del beisbol no está planteado, pese a que este año fue cortado por los Medias Rojas de Boston.

"Si tengo la posibilidad de jugar en Venezuela, lo haré con Caribes y también quiero volver a la gran carpa. Tengo fe en ello. Eso, y que Anzoátegui pueda tener un mejor gimnasio de baloncesto, son mis anhelos".

FUENTE: http://www.eluniversal.com

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