Los antiguos astrólogos mayas contaban en sus profecías que luego de miles de años de oscuridad y desastres los seres humanos alcanzarían la luz y la paz en un mundo nuevo. Según ellos, los momentos cruciales de las tinieblas tendrían lugar en el siglo XX y principios del XXI, ¡hasta el año 2012! Los mayas describían con precisión astronómica que en el corazón de la galaxia hay una excelsa estrella (1) que expide prolongada energía y da luz y vida al entorno sideral y que el Sistema Solar al que pertenecemos depende y se mueve en torno a ella, a través de un movimiento elíptico de 25.625 años, análogo a un gran día cósmico.
Los mayas igualmente decían que cuando el Sol llega a la mitad de ese período, es decir, cada 12.800 años, se coloca frente al centro-ecuador de la galaxia (2) hasta alinearse con la referida estrella central. Es el final de la parte más oscura de la negra noche y la llegada del primer rayo de luz del amanecer. No obstante, la culminación de ese ciclo implica caos y perturbaciones para el planeta; dificultades en todos los ámbitos.
FUENTE: José Hernández
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