viernes, 27 de mayo de 2016

Proponen un tipo de cambio administrado en Venezuela

Un tipo de cambio flotante no es sostenido si el país no dispone de cuantiosas reservas internacionales para hacer frente a los ataques del mercado especulativo sobre la moneda nacionales que busca apropiarse de las divisas, sostuvo el economista argentino y profesor universitario, Guillermo Oglietti.

En Venezuela hay tres paridades del dólar: el tipo de cambio protegido (Dipro) que se estableció en 10 bolívares por dólar, el tipo de cambio complementario (Dicom) que será flotante y el paralelo que es producto de la guerra económica y del ataque geopolítico internacional y refleja la profunda escasez de divisas del país.

La apreciación de Oglietti es que el Dipro no es un tipo de cambio, porque se trata de "un regalo" a los empresarios si importan directamente. En cuanto al Dicom dijo que en estos momentos no es sostenible porque el país no dispone de reservas internacionales para cubrir la demanda.

Otro de los impactos negativos es el costo de las acreencias externas. Los endeudamientos en dólares de las empresas aumentaría y podría provocar grandes pérdidas, inclusive podrían descapitalizarse y quebrar. Además impactaría de manera determinante en los presupuestos de los gobiernos, agregó el también consultor e investigador del Centro Estratégico Latinoamericano Geopolítico (Celag) .

"Es preferible un tipo de cambio administrado para responder a los estaques especulativos. Estamos en momentos de escasez y un alza vertiginoso de este tipo de cambio afectará el precio de los bienes y servicios que no se les asignen dólares al cambio protegido (Dipro)", sostuvo el economista argentino.

"Eso no quiere decir que esté cerca de la cotización del mercado. Lo que no se puede es alentar una burbuja especulativa", alertó Oglietti, quien visita Venezuela para participar en jornadas de discusión sobre la economía de América Latina y de Venezuela.
IMPOSICIONES GLOBALES

El economista argentino sostuvo que la globalización ha impuesto un modelo de interrelación acelerada de flujo de capitales que ha multiplicado las operaciones monetarias, pero eso pone en peligro a las monedas nacionales de ataques especulativos, por lo que a los países no le que queda otra que elevar las reservas en divisas.

Indicó que hoy en día existen récord de reservas internacionales en el mundo para hacer frente a esos brotes especulativos, pero lamentablemente no todos los que las necesitan tienen disponibilidades. En Bretton Woods se acordó crear una institucionalidad para hacer frente a esas inestabilidad monetarias que surgieran en alguno de los países miembros.

Este fue el objetivo con el que Keynes propuso la creación del Fondo Monetario Internacional, para evitar que algún país se quedara sin fondos y se pudiera estabilizar. "Hoy en día el multilateral actúa como un depredador. No le presta a cualquier país, salvo sea un amigo político", aseveró.

Los países pierden mucha independencia si le piden prestado al FMI, porque son préstamos muy condicionados. En su criterio, este proceder del multilateral no ha cambiado mucho, lo que obliga a los países a elevar sus reservas para hacer frente a períodos de bajos ingresos de divisas.

"Esta es una práctica que le conviene a Estados Unidos porque atesoran su moneda. Un billete de 100 dólares, le cuesta producirlo un par de centavos. La dolarización le conviene a las potencias porque es una manera de mantener débiles a los países de la periferia y aprovecharse de sus crisis", denunció el economista.

GRANDES ESLABONES REGIONALES

La visión de Otglietti es que América Latina es un continente muy fragmentado, compitiendo entre países y no ha logrado construir esa Patria Grande que pensaba Bolívar y Martí. "Necesitamos formar un un Estado Continental como se le llama en la teoría geopolítica. Es un proyecto clave para salir adelante, como lo fueron Rusia, Estados Unidos y China", apuntó.

En un mundo multipolar si no se unen los países, es mucho más difícil prosperar tanto política como económicamente. La región requiere generar cadenas de valor e industrias de importancia.

"No podemos repetir la experiencia histórica del proceso de sustitución de importaciones de la década de los sesenta, del siglo pasado, tal cual. Demos integrar ese camino pero integrado regionalmente", planteó.

En los sesenta y setenta, América Latina se enfocó en el proyecto de desarrollo de la industria, pero ahora desarrollar una industria como Venezuela o Argentina, aisladamente, resaltaría una "cadena de eslabones muy chiquitos". A pesar se abra al mundo se rompe, porque no pueden competir con los gigantes oligopolios mundiales.

Lo que se requieren son grandes eslabones en distintos puntos de continente, con la finalidad de armar grandes cadenas regionales, por eso la unidad latinoamericana es crucial para la economía de la región, manifestó el académico argentino.
SE ESTÁ MÁS LEJOS

El renacimiento del proceso integración nació con Hugo Chávez, lo promovió con todas sus fuerzas, acompañado por otros grandes estadistas como Evo Morales, Néstor Kirchner, Rafael Correa e Luiz Icnacio Lula Da Silva.

Los acontecimientos políticos de los últimos cinco años, han alejado al continente del proceso de integración, porque el modelo que se está imponiendo ahora en América Latina es el promovido por le capital financiero internacional.

Los conglomerados financieros quieren imponer el modelo del libre mercado dominado por el capital especulativo, en detrimento de industrial, lo que tendrá consecuencias para la estrategia de desarrollo latinoamericana.

"En Argentina se está viendo esa arremetida, con la quiebra de industrias, como la de Cerámica Zanón, ubicada en la Patagonia, por mencionar un ejemplo de los tantos que se están registrando. Están perdiendo competitividad y despiden trabajadores", mencionó el investigador.

La gran característica del modelo que se quiere imponer en América Latina es que no apoya la industria, como lo hace Estados Unidos, cuna del neoliberalismo, y Europa con la agricultura, que es el sector más débil en esas regiones.

"En este entorno macroeconómico de globalización la industria no va a surgir, por lo que estamos predestinados a exportar cada vez más productos primarios. Ese el modelo que proponen y les conviene a los conglomerados financieros internacionales", alertó el economista.
INDUSTRIALIZAR AL PAÍS

Desde su perspectiva, los países acumulan reservas para defenderse de los ataques especulativos contra la moneda, pero eso es muy distinto al hecho de constituir fondos en divisas para cubrir gastos, cuando descienden los ingresos en divisas.

El éxito de algunos países desarrollados es que en algún momento hicieron reformas para liberarse de la dependencia del petróleo y depender de los ingresos corrientes. Se trata de liberarse de la "enfermedad holandesa", no depender de solo un producto de exportación para financiar el funcionamiento de la economía.

Es mas rentable invertir en educación, salud e infraestructura que "atesorar en un fondo". "Claro esto sería más simple, si a lo interno no existiera la guerra económica de sectores económica antinacionales que buscan generar inestabilidad como en el caso venezolano", comentó.

Venezuela debe impulsar un proceso orientado a diversificar su económica, para no depender del petróleo, pero ese proceso de industrialización no debe ser de manera aislada, solo Venezuela, sino una estrategia de inserción de la región en al economía global.

"Vamos a tener un retroceso, por los sucesos en Argentina y Brasil. Lo que sabemos es que el libre mercado no lleva al crecimiento y la industrialización es una vía para el desarrollo. La historia enseña que los países ahora desarrollados, ninguno se apoyó en el libre comercio", indicó Oglietti.

El camino al desarrollo es la industrialización mediante un proceso de sustitución de importaciones, lo que no se debe repetir es la experiencia de los años sesenta y setenta, del siglo pasado.

"Ahora la economía global ha crecido mucho, con mayores plantas de alta tecnología, por lo que es necesario crear empresas más grandes articuladas regionalmente para insertarse en el proceso de globalización", apuntó.

EQUIPARAR FACTORES PRODUCTIVOS

El Centro Estratégico Latinoamericano Geopolítico (Celag) elaboró una propuesta para hacer frente a esas inequidades que promueve la globalización, porque en ese escenario las corporaciones siempre buscan los países que tienen más baratos los factores productivos.

Cuando se firman los acuerdos comerciales intervienen dos gobiernos que representan los intereses comerciales de las corporaciones que quieren hacer los convenios, nunca entran los trabajadores y menos los ministerio del Trabajo. Tampoco se constituyen agencias regulatorias internacionales para el mercado laboral.

"La única agencia global laboral es la Organización Internacional de Trabajo (OIT), pero esta ha sido un rotundo fracaso para regular el empleo. 180 países tienen que ponerse de acuerdo sobre puntos mínimos, pero poco hacen sobre los salarios y la seguridad social. Por eso la descarto como instrumento para elaborar una globalización mejor", planteó el consultor de la Celag.

Oglietti sostuvo que la propuesta consiste en incorporar en los tratados comerciales la participación de los sindicatos en las negociaciones. Se deben crear agencias regionales en materia laboral que unifiquen las normas de trabajo y salarios, no la OIT.

El economista consideró que se desaprovechó esta década de sintonía política entre las naciones de América Latina para crear una agencia regional del trabajo, que regule por ejemplo el salario mínimo. Otra de las estrategias es que las tasas de aranceles entre país se vinculen al salario real.

"Si en un país desciende el poder adquisitivo de los trabajadores, el otro tiene derecho a elevar los aranceles. De manera que la nación que compita deslealmente bajando salarios, no tenga una ventaja respecto al que no castigó al trabajador, proceder propio de la globalización", añadió el economista.

FUENTE: Correo del Orinoco - http://www.aporrea.org

LEA...