Las fiscalías 14º y 21º de la región imputaron a los agentes trato cruel, desvalijamiento de carros y uso indebido de arma. También por sustracción, alteración y destrucción de documentos, abuso de autoridad, prostitución forzada y asociación para delinquir.
Los efectivos llegaban a las casas de sus víctimas y las llevaban al comando policial. Allí las detenían hasta que pagaban sumas en dólares, bolívares u objetos como vehículos. Estarán recluidos en el Centro de Atención al Detenido, en Maracay.
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