El vínculo con estas prácticas en altas esferas del gobierno venezolano hace todo aún más dramático. “Es una situación de abandono institucional”, explica a ACI Prensa el capellán del Cementerio General del Sur, Germán Machado. Está, por un lado, la práctica de la santería y por otro el culto de los “paleros”, practicantes de lo que se conoce como la “religión del palo”, y que es una mezcla entre la primera y el espiritismo.
En la “religión del palo”, explica Machado, los creyentes se “nutren de los cráneos y los fémures de las tumbas”. “Sacan estos huesos para un ritual, donde en un caldero como los de cocinar de tres patas, se coloca tierra de cementerio y 12 tipos diferentes de árboles. Por eso se llama religión de palo, porque son 12 tipos de palos y ellos a los arboles le dicen palo”, sumó.
En ese caldero “colocan los fémures y el cráneo de un difunto, con la intención de que ellos puedan caminar junto con el muerto y pensar como piensa el muerto”, explicó. “Es una suerte de pacto con la persona fallecida, para que esa persona actúe de forma sobrenatural de acuerdo a lo que ellos le piden y a lo que le van dando como ofrenda”, señaló. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)
FUENTE: https://elcooperante.com