
El éxito de Sotelo en el mundo de la medicina no llegó por suerte o coincidencia, sino por intuición. Desde sus inicios se inclinó por las nuevas técnicas quirúrgicas para el tratamiento del cáncer de próstata, y otros males propios de la anatomía masculina, pero la llegada de la robótica a Venezuela le permitió alzar vuelo y mejorar sus técnicas.
El comienzo de su carrera
Sus inicios se remontan al Instituto Médico La Floresta, propiedad de Oswaldo Karam, en Caracas, un hombre visionario que vio en el joven médico sus ‘ganas de comerse el mundo’, con una gran curiosidad por la investigación. Para ese entonces, Sotelo ya tenía dos postgrados en cirugía general y urología, y había hecho, además, entrenamientos cortos en oncología, en Japón, y en cirugía laparoscópica, en Brasil, país de Suramérica donde esta novedosa técnica se iniciaba. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)
FUENTE: Agencias - http://noticiaaldia.com