Muchas empresas y negocios tienen sus puertas cerradas, incluso desde el instante en que se ordenó el cierre de frontera algunas no pudieron volver a abrir.
El municipio Bolívar tiene registradas 6.500 empresas, de las que muchas se vieron impedidas porque su personal vivía en Cúcuta, Colombia, y no pudieron volver hasta San Antonio del Táchira o porque ante las limitaciones para adquirir materia prima en Venezuela, optaban por comprar en el Norte de Santander pese a que era más caro, por el diferencial cambiario.
“Durante los últimos nueve meses la frontera ha estado desolada, hay desidia, desempleo, desabastecimiento, inseguridad, corrupción, lo que queremos es pedir formalmente la apertura de los puentes internacionales que son las vías legales para tener conexión y fronteras abiertas, economías abiertas, educación abierta y que todos estos acuerdos y convenios que hay con la hermana República de Colombia, se desarrollen”.
La presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio del Táchira, Isabel Castillo, indicó que desde que se impide el flujo normal con el vecino país, el comercio bajó sus santamarías en un 80% y el gremio industrial en un 90%.
Y como consecuencia de los problemas en el sector comercio, el desempleo ha también aumentado considerablemente en casi un 70%, lo que genera que la capacidad adquisitiva disminuya.
“Aquí hay personas que no sabemos de nacionalidad porque nos sentimos colombo-venezolanos y queremos que nos dejen trabajar, generar empleos, producir y que de una vez por todas esta frontera sea como antes, la más dinámica de América Latina y que hace algunos años la actividad comercial, rondaba los siete mil millones de dólares y no es posible que ahora el sector transporte y operadores cambiarios, están el 100% paralizados, hay madres y padres de familia que están aguantando hambre”, explicó Castillo.
FUENTE: Lorena Bornacelly - http://www.elpitazo.com