Esto, dentro del marco de las obras del Proyecto de Conversión Profunda, que se desarrollan en las instalaciones de la planta refinadora porteña.
La supervisora adscrita a la gerencia de Ambiente, Jennifer Figuera, aseguró que diariamente 34 camiones cisternas vierten aproximadamente 702 mil litros de agua, con el fin de garantizar el menor impacto sobre el hábitat natural y residentes de los diferentes sectores.
Además apuntó que la periodicidad de irrigación es diaria y constante en aras de generar el menor levantamiento de polvo posible hacia esas zonas.
También resaltó que el movimiento de tierra ha ido finalizando en los diferentes frentes de trabajo, “y por ende la disminución de polvo por dicha actividad. Por ello estamos mitigando mayormente en la vialidad”.
El superintendente de Ambiente, José Bejarano, dijo que inclusive han elaborado varias campañas de sensibilización para todo el personal operario dentro de la obra.
“Está establecida una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora para los conductores, así como también el uso de sensores que detectan si existe falta a la velocidad permitida en las inmediaciones de la construcción”.
Denuncias
300 familias provenientes de Los sectores 23 de Marzo, Los Mangos, Colinas de Valle Verde I y II, Las Delicias y Guanire, en conjunto con el Movimiento Ambientalista de Venezuela (Maven), presentaron el 14 de este mes un documento ante el Ministerio Público en el que solicitan la paralización total de la obra, debido a que “ha causado daños en la salud de los habitantes” de dichas zonas.
El documento reza que: “La obra está provocando en los lugareños dificultades respiratorias, dermatológicas y oncológicas causadas por la contaminación del aire, suelo y agua de nuestras comunidades”. Y que “lo que se espera es justicia y respeto a los derechos humanos”.
FUENTE: Arianna de Sousa - http://eltiempo.com.ve