“Hay que orientarlos sobre los alimentos que les convienen, pero deben sentirse parte de la preparación de la lonchera, que escojan junto a sus padres los alimentos. Solo así se garantizará que consuman lo que llevan a la escuela y, lo más importante, que les guste su merienda o su desayuno”, acotó.
Explicó que la lonchera debe contener alimentos ricos en vitaminas y minerales como las frutas y las hortalizas, así como queso, huevo, leche, yogurt, y arepa o pan.
“Hay que evitar las chucherías y la comida chatarra, como los perros calientes. Se debe incluir siempre frutas”, dijo.
Perdomo recalcó que las bebidas azucaradas no deben suministrarse a los niños. Apuntó que los jugos pasteurizados contienen mucha azúcar: “Es preferible incorporar a la lonchera jugos naturales, hechos en casa. El agua nunca debe faltar”.
La nutricionista indicó que se debe motivar a los chiquilines con envases divertidos: “La lonchera no puede ser aburrida, además hay que organizarla para que sea atractiva. Por ejemplo, las arepas no deben envolverse en servilletas que quedan pegadas. Eso lo va a rechazar el niño porque el alimento se presenta en malas condiciones. Para la preparación de las panquecas se pueden utilizar moldes de corazones o estrellas”.
Perdomo apuntó que en las escuelas el desayuno lo consumen los estudiantes alrededor de las 9:00 am, y la merienda a media tarde: “Los padres deben proporcionar un desayuno ligero antes de salir para la escuela. Pueden prepararle un vaso de leche con avena, por ejemplo. Después de ocho horas de sueño, el organismo requiere de nutrientes porque de lo contario se presentará un descenso brusco de los niveles de glucosa en sangre, lo que se conoce como hipoglicemia, y ocurren los desmayos”.
Declaró que los hábitos alimenticios “no se cambian de un día para otro, pero si insistimos lo lograremos”.
| FUENTE: Janet Queffelec Padrón - http://www.correodelorinoco.gob.ve |
