Ella y cuatro personas más ocupan un apartamento de tres habitaciones, un baño, sala y lavandero, en el edificio 3 de la Torre B de Residencias Los Ángeles, ubicadas en la avenida Cumanagoto de Barcelona.
Cuenta que los acabados de la estructura no son los mejores, pero está feliz porque tiene “un techo propio”. “Me preocupan las filtraciones, pero igual busco la manera de repararlas”.
Le incomoda la falta de servicios, aunque cree “que no es mal de morir porque estoy mejor que antes cuando vivía en Guamachito, arrimada en casa de mi suegra”.
Dice que en este conjunto residencial, en el que cada edificio es de cuatro pisos y posee 25 apartamentos, no funciona el servicio de gas directo porque se detectaron fugas en las tuberías. También carecen de seguridad y los vecinos asumen el aseo de las áreas comunes mediante operativos.
“Nos entregaron los apartamentos con salpicaduras de pintura, charcos y restos de concreto. El piso era un desastre”.
Tiene dos años invirtiendo dinero en la remodelación de su residencia. “Y ahora es que falta”, dice pero va con calma y sin preocupación, porque todavía no le cobran “ni un bolívar” por el inmueble.
Los habitantes de este desarrollo residencial no han recibido los títulos de propiedad. Hace dos meses empezaron a dar un aporte por el servicio eléctrico. No pagan por el agua ni la pagarán hasta que sea constante el suministro.
Negocios domésticos
Mientras esperan por los documentos y les informan cuánto deben cancelar por estas viviendas, algunos de sus habitantes, como Rosa María, “resuelven” la economía personal desde sus casas: alquilan teléfonos o venden charcutería, helados y refrescos.
Al igual que Xiomara, Rosa María quiere ser dueña legal del apartamento, para poder acceder a un crédito de remodelación. “Queremos los títulos, de lo demás nos encargamos nosotros”.
Quienes tampoco tienen “un papel” que los acredite como propietarios de sus viviendas son los habitantes de Residencias El Vivero, en el sector El Rincón, en la zona rural del municipio Sotillo.
Allí, los muchachos no tienen colegio cerca y deben pagar hasta 10 bolívares para que los trasladen “al pueblo” (San Diego) o al centro de Puerto La Cruz para asistir a clases.
En lugar de junta de condominio, conformaron un consejo comunal que vela por las normas de convivencia, sobre todo porque los vecinos “más pilas” usan los puestos de estacionamiento que no les corresponden.
A la espera
María Centeno, vocera de la asociación vecinal El Vivero, manifestó que hace tres años la Gmvv asumió culminar los apartamentos de 90 familias, pero no ha cumplido.
Algunos han mejorado las instalaciones por sus propios medios, pero requieren el urbanismo, un preescolar Simoncito, servicios de aguas negras y blancas, y seguridad.
“Nosotros mismos nos resguardamos, pero aun así se llevan las bombas de agua potable”.
En El Vivero tampoco han pagado el costo de las casas, aunque están dispuestos a cancelarlas y también los servicios “siempre y cuando las terminen y vivamos en óptimas condiciones”.
Ellos mismos han creado sus normas de convivencia. Tienen dos bodegas donde comprar alimentos y otros rubros, sin necesidad de ir, por ejemplo, a San Diego o al mercado municipal de Puerto La Cruz.
Según Centeno, también sufren del mal de las demás construcciones: las filtraciones. “Casi todos los apartamentos tienen grietas”.
En el conjunto residencial Vidoño, ubicado en el sector Simón Bolívar, que lleva el mismo nombre de la zona rural del municipio, residen 700 familias, que igualmente aguardan por la entrega de los títulos de propiedad.
La mayoría de ellas residían en las adyacencias de la refinería portocruzana y fueron reubicados por razones de seguridad.
Al igual que en los barrios, en sus nuevas residencias la seguridad es parte de sus carencias. “Son los mismos muchachos, la misma gente, las mismas malas costumbres. Falta control”, dijo un vecino.
Cifras
2 millones de soluciones habitacionales en todo el territorio nacional fue la meta que se planteó el expresidente de la República, Hugo Chávez Frías, a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela. Según expresó durante el lanzamiento del programa gubernamental, en febrero de 2011, esas casas deben ejecutarse entre 2011 y 2017. La prioridad es favorecer a quienes vivan en situación de riesgo o carezcan de techo propio.
Registro
150 mil familias del estado Anzoátegui se inscribieron en la Gran Misión Vivienda, durante la jornada de registro que activaron a escala nacional, una vez que el exmandatario venezolano anunció la creación del proyecto. Esta cifra fue informada por el mandatario estadal Aristóbulo Istúriz.
Entrega de viviendas
17 mil soluciones habitacionales se culminaron en el estado Anzoátegui, entre 2011 y 2012. El año pasado fueron entregadas 3 mil 974, para un total de 20 mil 974 familias favorecidas. De acuerdo con las estimaciones del gobierno regional, con las construcciones que están en marcha, durante 2014 se prevé culminar y entregar 50 mil residencias.
| FUENTE: Yeraldyn Vargas Rivas - http://eltiempo.com.ve |
