“Yo busqué en Google cuál era la nevera más cara del mundo y me encontré con un refrigerador en Nueva York que se vende, al cambio, en 261.450 Bs.”, explicó el alcalde bolivariano. Sin embargo, en la tienda de electrodomésticos Nasri, una nevera era vendida con un precio de 817.000 bolívares.
De esta manera, Rodríguez dejo al descubierto cómo las tiendas caraqueñas comercializaban las neveras con un costo tres veces superior “que el de la nevera más cara del mundo”, que incluye cafetera, pantalla plana, una máquina para fabricar hielo, varias puertas, control de temperatura, entre otras funciones.
Lo que manifestó el dueño de Nasri ante los medios de comunicación fue: “Tiene que haber una razón, nosotros le dimos la razón al general que vino para acá”, y sostuvo la siguiente escusa: “Nosotros no somos importadores, nosotros compramos a distribuidores en Venezuela que tienen la capacidad de distribuir estos productos”. Asimismo, el ofuscado empresario, ante la evidente especulación y usura, quiso lavarse las manos de toda responsabilidad: “Vendemos a precio de lo que ellos nos marcan, la economía venezolana está funcionando así de esta manera”
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